OPINION
El equilibrio tan buscado
Por Diego Bonadeo
De dónde venía cada uno? River de ganarle a Boca y empatar en México por la Copa, y Banfield de empezar a escaparle al descenso, con una campaña, por lo menos en los números –lo del juego, como casi siempre, pareciera pasar por otro carril, ya que para los analistas del mercado del fútbol la belleza o la fealdad no cotizan en bolsa–, bastante decorosa.
Quizá la mayor expectativa en lo que hace a River pasaba por saber si volvería a ser el habitual equipo desequilibrante desde sus individualidades, o si, como contra Boca, el elemento desequilibrador sería el conjunto, con más eficacia –un poco de la suerte que le faltó durante sus dieciocho años de sufrimiento entre 1957 y 1975 sin ganar torneos, también– que jogo bonito.
Pero no fue ni una cosa ni la otra de parte de River. Porque Banfield le “equilibró” todo. Mientras el relator oficial de la televisión del régimen puesto a fiscal de la República, seguramente por encargo de sus patrones monopólicos, arengaba respecto de legisladores mamarrachos que desde el Congreso nacional pretendían impedir restricciones a que el próximo Mundial se televisara al antojo de los dueños del poder, River y Banfield se proponían protagonizar noventa minutos jugados a la medida de quienes, desde el cientificismo seudoacadémico, insisten en que el resultado perfecto es 0-0. En un partido que casi podría decirse que nunca se jugó, es lógico que entre otras muchas cosas falten los goles.
River intentaba llegar con pelotazos cruzados y Banfield desde afuera, mientras se prestaban la pelota mutuamente. Trataban de encontrarse, pero no se encontraban Ortega, D’Alessandro y Franco; Banfield, sin amontonar gente muy atrás, se agrupaba del medio hasta casi el área grande, más o menos escalonadamente para interrumpir los circuitos.
En el segundo tiempo, River dejó de monopolizar la pelota después del cuarto de hora. El barro y los nervios llevaron a golpes, fricciones y tarjetas, para negocio bursátil de Banfield que, sin embargo, no estuvo demasiado más lejos que River. Para consuelo de tontos, y de los que hacen negocios malversando lo de “apasionante” cuando del torneo se trata, River empató y los demás se acercan.