CAMPEóN DE LA COPA LIBERTADORES Y FINALISTA DEL MUNDIAL DE CLUBES
› Por Adrián De Benedictis
La espera se hizo eterna para River. Esa obsesión en la que se había transformado la Copa Libertadores se pudo concretar luego de 19 años. El título de 1996 estaba perdiendo brillo, y el desahogo llegó finalmente en este 2015, con la obtención del torneo más deseado por todos. En el medio, el puñal que significó padecer el descenso cuatro años atrás ya no parecía doler tanto. Pero para River fue costoso llegar a la cima de América. Inclusive, el equipo estuvo muy cerca de no acceder a los octavos de final, luego de completar una primera ronda muy mala.
El camino empezó el 19 de febrero en Bolivia, y el debut no fue el esperado, debido a que perdió 2-0 frente a San José de Oruro. La continuidad fue en el estadio Monumental, ante Tigres de México, y apenas empató en uno. La tercera presentación fue en Perú, en una cancha de césped sintético de la ciudad de Chiclayo, visitando a Juan Aurich, que terminó igualando en el final. En la revancha, en Núñez, River tampoco pudo ante los peruanos (1-1). La primera victoria no llegaba y los números lo iban condicionando. El equipo viajó a México y sacó un empate milagroso (2-2), que le terminó dando aire para la última fecha, en la que superó a los bolivianos 3-0. De esa manera, avanzó como el peor de todos los clasificados, y la próxima valla era Boca, el mejor de esa fase.
La serie empezó bien jugando de local, con una victoria 1-0 con el gol de penal de Carlos Sánchez. Lo que ocurrió en la revancha pertenece a las caras tristes del fútbol, con gas pimienta y suspensión incluida después de apenas un tiempo. Cruzeiro era el rival en cuartos de final, y la ida arrancó con una derrota 1-0 en el Monumental. Cuando los fantasmas de la eliminación acechaban, River mostró su mejor fútbol para ganar 3-0 en Belo Horizonte y ubicarse entre los cuatro mejores. El receso de la Copa América le permitió recuperar a algunos hombres con problemas físicos, y venció así 2-0 a Guaraní de Paraguay en el primer duelo. En Asunción, a pesar de ser superado, logró empatar 1-1 y llegar al partido decisivo.
Tigres de Monterrey aparecía nuevamente. En México, River cumplió una correcta actuación y el empate sin goles le posibilitó esperar con optimismo la revancha. Y bajo una lluvia torrencial, River se consagró con su gente luego de ganar 3-0 con cierta comodidad. Lo esperaba el gran desafío en Japón, nada menos que el Mundial de Clubes, el primero que jugaba el conjunto de Núñez.
Con un segundo semestre irregular, y con varios futbolistas exhibiendo un nivel bajo, River debutó ante el Sanfrecce Hiroshima local. Después de estar al borde del abismo logró ganar 1-0 con un cabezazo de Lucas Alario. El sueño esperado ante el gigante Barcelona era real. Pero la distancia con el equipo catalán quedó expuesta en Yokohama, y River terminó el año goleado por Lionel Messi y sus amigos.
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