El deporte argentino tiene estas cosas: sus representantes andan ganando por el mundo basándose en capacidad, esfuerzo y sacrificio. Le sucedió al golfista Andrés Romero en Hamburgo, al tenista Juan Mónaco en Kitzbühel, Austria, y hasta a los jóvenes Schwank y Zeballos, que con su medalla de oro en el dobles de los Panamericanos le aseguraron a la Argentina el séptimo lugar en el medallero final.