Una tribuna sin banderas
La tribuna de Boca lució un aspecto que no es habitual. Como consecuencia de la orden de captura que pesa sobre los principales integrantes de la barra brava, La 12 no se hizo presente en Avellaneda, aunque los hinchas que fueron se encargaron de remarcar esa falta. En el centro de la popular, donde normalmente se ubica ese grupo, los propios simpatizantes armaron un cordón para delimitar el sitio de los ausentes. Además, para dejar más en claro el disgusto por la medida judicial, la falta de banderas fue otra de las maneras que encontraron para expresarse.
Desde bastante antes de que finalice el partido de reserva, los hinchas armaron un vallado –¿improvisado?– para dejar el centro de la tribuna vacía y colocar allí las únicas dos banderas que mostró la gente de Boca en la tarde de Avellaneda. Una decía “La 12 Vive” y la otra, “La Nº 12”. Luego, durante el encuentro, los hinchas se acordaron de los ausentes con sus cantos y volcaron su bronca contra el ex árbitro Javier Castrilli, director del programa de seguridad en espectáculos futbolísticos.
Una curiosidad del operativo, que contó con 1100 efectivos, fue que la policía bonaerense puso en funcionamiento un programa denominado “Morpho Touch” –lector de huellas digitales– y una terminal conectada a una base de datos para la inmediata obtención de los antecedentes penales de las personas consultadas. El primer dispositivo fue colocado en 15 lugares estratégicos del estadio y utilizado desde una hora y media antes del partido. La policía, por azar o sospecha, eligió a distintas personas para que colocaran sus dedos índices en el aparato, que informaba el historial penal de los individuos.
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