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Lunes, 26 de enero de 2004

FúTBOL › EL ORO EN LOS JUEGOS

La única medalla que está faltando

Atenas 2004 será la sexta ocasión en la cual un seleccionado argentino intentará conseguir el único título que está ausente en las nutridas vitrinas del fútbol nacional: la medalla dorada en unos Juegos Olímpicos. Aunque obtuvo el segundo lugar en el podio en dos oportunidades, Amsterdam 1928 y Atlanta 1996, la participación argentina estuvo condicionada por la falta de interés de sus dirigentes y los cambios reglamentarios que limitaron la presencia de jugadores profesionales en la máxima cita del deporte mundial.
El fútbol era deporte olímpico desde 1908. Sin embargo, la Argentina recién concurrió en 1928. En aquella oportunidad, un equipo formado por jugadores de Primera División perdió el primer puesto ante Uruguay, que se impuso en una disputada final que terminó 2-1. Aquel seleccionado fue la base del plantel que dos años después iba a participar del primer Campeonato Mundial de Fútbol que se celebró, donde otra vez quedó segundo ante el conjunto uruguayo.
En 1932, en Los Angeles, no hubo fútbol. Pero la consolidación del profesionalismo en los años ‘30 en la mayoría de los países determinó que el movimiento olímpico impidiera la participación de jugadores rentados en los Juegos. De esta forma, el fútbol quedó opacado, ya que los mejores jugadores del mundo se vieron privados de participar. Se produjo entonces una despareja situación que afloró durante los Juegos que se celebraron durante la posguerra. Los equipos del bloque socialista concurrían a los Juegos con experimentados jugadores que se presentaban como amateurs, mientras que el resto de los países llevaba combinados juveniles. La dirigencia futbolística argentina se despreocupó de participar.
Recién en 1960, el Comité Olímpico Internacional (COI) estableció una modificación reglamentaria para corregir esta disparidad. Podrían participar en los Juegos sólo aquellos jugadores que no hubiesen disputado mundiales. Argentina volvió entonces al ruedo en Roma, con un equipo que alineaba en sus filas a jugadores como Carlos Bilardo, Juan Carlos Staukas, Marcos Zarich y Raúl Pérez, entre otros. Un 2-3 con Dinamarca y un 2-0 con Polonia marcaron la efímera participación olímpica del fútbol argentino después de una ausencia de 32 años.
Cuatro años después, la cita fue en Tokio; Argentina concurrió con un equipo donde destacaban figuras como Mario Cejas, Roberto Perfumo, Miguel Angel Mori y Néstor Manfredi. Aquel seleccionado sufrió una dura decepción: igualó 1-1 con el ignoto Ghana y cayó 3-2 con Japón.
Para los Juegos Olímpicos de Seúl, el COI habilitó la participación de profesionales menores de 23 años. Bajo la conducción de Carlos Pachamé, Argentina llegó hasta cuartos de final donde perdió 1-0 con Brasil, que más tarde se quedaría con la medalla plateada. Fue tal vez en Atlanta 1996 cuando Argentina estuvo más cerca de quedarse con el oro. Un equipo que integraban jugadores como Ortega, Crespo, Gallardo y Simeone realizó una aceptable campaña y resignó el primer puesto ante Nigeria en un dramático partido que concluyó 3-2 para los africanos.
En agosto próximo, la esperanza de llegar por primera vez al lugar más alto del podio olímpico dependerá de jugadores como Tevez, Delgado, Figueroa, Burdisso y Mascherano. Será además una inmejorable ocasión que tendrá el entrenador Marcelo Bielsa para ganarse la confianza del hincha argentino tras la decepción del Mundial de Corea-Japón 2002.

Producción: Leonardo Castillo.

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