FúTBOL › DE TEVEZ A OLAVE
Luces y sombras
Por Juan Jose Panno
Carlos Tevez tuvo tres o cuatro apariciones excelentes en el primer tiempo, arrastrando rivales como en sus mejores momentos del campeonato anterior. Con tres o cuatro destellos le alcanzó para erigirse en el gran protagonista de la primera parte del partido. Las dudas que había generado su floja actuación en el Preolímpico y el aumento de peso parecieron pasar a segundo plano cuando se metió en zigzag en el área con fuerza y habilidad un par de veces seguidas. Sin embargo, en el segundo tiempo entró muy poco en juego, quedó atrapado en la marca redoblada de Gimnasia, pareció cansado y su producción se limitó a un buen pase a Guillermo Barros Schelotto en la jugada del penal. Entre las luces y las sombras, entre el entusiasmo que provocó su actuación en ese primer tiempo y la inexpresividad de su juego en el segundo, queda un saldo favorable. Da la sensación de que está en el buen camino para recuperarse. Pero también necesitará un poco más de tiempo y de acompañamiento en el jugador que ponga Bianchi a su lado en el ataque. Ayer, Iarley cumplió una actuación flojísima y ayudó poco.
Otro que necesitará tiempo es el pibe Neri Raúl Cardozo, de 17 años, con experiencia internacional en el Sub-17 y el Sub-20, pero debutante en el plano local. Dejó muestras de su habilidad (pisada en la entrada al área rival y pase cruzado perfecto; caño en taco en la mitad de la cancha), pero no tuvo continuidad y se agotó rápidamente sobre el primer cuarto de hora del segundo tiempo. Bianchi necesita de todos sus volantes el doble aporte ofensivo-defensivo y el chico Cardozo trató de cumplir, aunque lució más con la pelota en los pies. Seguramente el entrenador lo va a llevar despacito sin quemarlo, consciente de que se trata de un buen proyecto de jugador.
Las miradas de la mayoría de los hinchas de Boca estuvieron puestas esencialmente en Tevez y Cardozo, pero también apuntaron al colombiano Fabián Vargas, que carga con el enorme peso de la comparación con Battaglia. Vargas amaga, insinúa, parece que se va encender, pero no concreta. Malogró una gran oportunidad al cabecear desviado un centro de Cascini y cuando probó de media distancia no le dio nada bien a la pelota. Las sombras de su actuación, que fueron muchas, terminaron por provocar el fastidio en la impaciente tribuna de Boca. Sus últimas intervenciones en el partido fueron subrayadas por murmullos de desaprobación.
Por el lado de Gimnasia también hubo claroscuros. El arquero Juan Carlos Olave, por ejemplo, salió mal en un par de oportunidades, dio rebote en una pelota fácil y, sin embargo, fue protagonista en jugadas clave: un remate de Tevez que desvió, y el penal que le atajó a Barros Schelotto. Y queda, por último, Lucas Lobos, que volcado sobre el carril derecho manejó el juego y le dio brillo al toque de su equipo en el primer tiempo, pero se borró en el segundo.
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