FúTBOL
“El valor de nuestra camiseta es superior al de la de Boca”
Por G. V.
La comparación siempre resulta inevitable por la teoría de los opuestos. River y Boca lo son, en la cancha y más allá de su perímetro. De ahí que, durante el diálogo del presidente José María Aguilar con Líbero en su despacho del estadio Monumental, además de la Copa Libertadores, el fútbol local y las estructuras que sostiene el club (ver aparte), se hizo mención a las diferencias y semejanzas –si las hay– entre las dos instituciones y, además, entre él y Mauricio Macri, un referente de otras ideas en varios aspectos.
–Boca consiguió retener a Carlos Tevez por un tiempo más. Da la sensación de que sus éxitos deportivos han provocado eso, que una de sus principales figuras, junto a Guillermo Barros Schelotto, no emigre. ¿Por qué River sigue vendiendo tanto?
–Le puedo dar casos encontrados. Fernando Cavenaghi es el mejor. Que teóricamente viene siendo vendido desde hace tiempo y tiene más partidos en Primera que Tevez. Yo no creo que Boca lo retenga a propósito de aquella cuestión, sino por algo que guarda más relación con el jugador. Y quiero agregar un hecho que habla muy bien de River. Nosotros tenemos mucho mejor mercado exportador que Boca sin perjuicio de los títulos que alcancen uno y otro. La marca registrada de la camiseta de River es muy superior a la de Boca. La mejor demostración fueron las transferencias de Battaglia y Ferreyra. El primero salió dos veces campeón de América y en Tokio. El Malevo tenía apenas quince partidos en Primera y fue transferido por el doble de dinero.
–Entonces tendría que asesorarlo a Carlos Bianchi, quien a menudo se queja de las cotizaciones en que se venden los futbolistas de Boca al exterior.
–Yo escuché las reflexiones de Bianchi en ese sentido y son inteligentes. Lo que ocurre es que hay una larga historia detrás de todo esto. Se debe advertir cómo les fue a los jugadores de River en el exterior para entender cómo el nuestro sigue siendo el equipo más exportador del fútbol argentino. A la mayoría de los jugadores de River les ha ido bien afuera y eso guarda relación con la presión que significa jugar acá. Es inigualable con otros clubes del fútbol argentino y les da un valor agregado a nuestros jugadores, muy particular.
–¿Cómo puede hablar de mayor presión? ¿Acaso los jugadores de Boca no la tienen también?
–Me quedó una cosa que quiero mencionar. Boca maneja una estructura que no tiene nada que ver con la de River. Acá hay 800 empleados y Boca no llega a 350. River tiene obligaciones económicas que Boca desconoce. Me encanta la comparación desde el punto de vista futbolístico, que es en lo único en que se pueden comparar los dos clubes. En la pelotita, en los resultados, en el record, en el campeonato, en la Copa, pero en el resto son dos mundos diferentes.
–¿Qué pasó después de aquella irrupción mediática compartida por Macri y usted, que sugería una alianza en ciernes para cambiar un estilo de conducción en el fútbol argentino?
–Todo lo que se ha logrado es un respeto importante entre las dos instituciones y tratar de no crear enfrentamientos innecesarios. Y, probablemente, tengamos una mirada sobre el fútbol que en algunos aspectos sea coincidente. Igual, Boca y River deben convivir en armonía con el resto de los clubes del fútbol argentino. Nosotros tenemos que llevar adelante las reformas que nos parezcan. Pero en aquella oportunidad, las charlas con Macri tuvieron que ver con un momento de violencia muy grande en el fútbol y nos pareció positivo tratar de ofrecer un mensaje que, más allá de las cargadas, fuera de paz y convivencia responsable.