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La gran victoria fue estratégica
Por ariel greco
La apuesta de José Pekerman resultó perfecta. Para un partido “perdible” en los papeles, que siempre generó más problemas que soluciones, se la jugó por una formación con muchos jóvenes que están para ganarse un lugar en la lista definitiva para Alemania y dejó a los titulares –y seguros en la nómina del Mundial– para que descansen en Buenos Aires de cara al encuentro ante Colombia. La movida, en general, tenía consenso en la opinión pública, pero no es difícil suponer que un traspié en Bolivia hubiera sido el disparador para criticar al DT y a su decisión.
Con el resultado puesto, la jugada de José funcionó de manera inmejorable. En los números, porque los tres puntos logrados en La Paz dejan al equipo al borde de la clasificación, que ahora sólo parece cuestión de tiempo. Y con los nombres, porque la actuación de varios de los “suplentes” sirvió para saber que están a la misma altura que sus compañeros que quedaron en Ezeiza y que en cualquier momento pueden ocupar un lugar como titulares.
Pero, sobre todo, el triunfo tiene muchísimo valor para fortalecer la imagen de Pekerman en el aspecto que, tal vez, más flaqueaba: el de un buen estratega. Ya había recibido ciertas críticas por la manera en que su equipo había respondido en los partidos como visitante ante Chile y Alemania. Pero, el sábado, la estrategia que planteó no dejó dudas, tanto afuera de la cancha, con la elección de los futbolistas que llevó a Bolivia, como adentro, con la personalidad que demostraron sus chicos –sólo Abbondanzieri, Clemente Rodríguez y Figueroa no pasaron por sus manos en juveniles– para imponerse en un terreno habitualmente adverso. Con el buen trato de la pelota como premisa y como recurso táctico para minimizar los efectos de la altura, el entrenador y sus jugadores dejaron en claro que se puede no perder en La Paz, como algunos técnicos nos habían hecho creer.
Ahora, tras el partido ante Colombia, el fixture depara una situación similar, con Ecuador en Quito y Brasil en Buenos Aires en la misma semana. Una buena ocasión para que se vuelva a emplear la “estrategia Pekerman”.