FúTBOL
Una hinchada partida al medio
La tarde en La Plata arrancó de la peor manera. En el mismo momento en que los dos equipos se habían reunido en el círculo central, y un aplauso espontáneo brotaba desde los cuatro costados de la cancha de Estudiantes en memoria del papa Juan Pablo II, dos sectores antagónicos de la hinchada de Racing volvieron a dirimir supremacías a trompada limpia en medio de la tribuna visitante.
El enfrentamiento fue duro, llegaron a escucharse disparos de parte de la policía y el desorden postergó más de diez minutos el comienzo del partido. Recién cuando los ánimos se calmaron y los dos bandos fueron separados, el jefe del operativo policial le otorgó garantías al árbitro Elizondo para que empiece el encuentro. No es la primera vez que esto sucede en medio de la hinchada de Racing. La barra brava se encuentra dividida en la actualidad en dos sectores irreconciliables y la lucha por el poder no reconoce treguas ni interlocutores capaces de encauzarla.
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