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Con el 2-0 en la historia, tanto para Boca como para Vélez surgió el momento de las conjeturas, sobre qué posibilidades cuentan y qué prioridades les asignarán tanto al torneo local como a la Copa Sudamericana. Con el desgaste evidente en ambos planteles, una decisión desacertada puede significar perder un terreno fundamental en el certamen local o una eliminación prematura en el torneo continental.
Los resultados que se dieron en la jornada le otorgaron a Boca, el único de los seis de arriba que ganó, un aire que parecía haber perdido por completo en la tarde aciaga de Sarandí. Sin embargo, los tres puntos y una actuación convincente ante Vélez, sumado a los tropiezos de Gimnasia, Independiente, River y Estudiantes, le devolvieron la confianza y el ánimo para candidatearse en los dos frentes. Ahora Boca, a un punto del líder, deberá jugar el miércoles ante la Católica en la Bombonera y el domingo visitar a Estudiantes en La Plata, donde no podrá contar con Martín Palermo ni con Bilos o Gago –la vuelta del grandote implica la salida del volante central, que juega por la utilización del artículo 225–. Si bien ayer se sumó Vargas a la lista de lesionados, Basile recuperará a Ibarra y a Delgado, otra alternativa para el ataque.
La curiosidad de la próxima jornada, que sirve para otra especulación, es el cruce entre Boca y River con los equipos platenses. En el primer turno, el equipo de Merlo recibirá a Gimnasia, del cual está a seis puntos con nueve en juego. Luego, el conjunto de Basile visitará a Estudiantes, también a seis de su clásico adversario. No resulta difícil imaginar los comentarios que se formularán en la semana, sobre la fuerza que harán River y Estudiantes, cuyos eventuales triunfos beneficiarán a sus tradicionales rivales.
Además del encuentro ante Estudiantes, a Boca le resta recibir a Independiente en la Bombonera y visitar a Olimpo en Bahía Blanca. A esta altura, es claro que Basile apunta a los dos torneos aunque, por las circunstancias, el Apertura supone un objetivo más apetecible.
Para Vélez, el panorama en el plano local quedó bastante complicado. Bajó al tercer lugar, con una desventaja de tres puntos respecto de Gimnasia y dos de Boca, lo que lo obliga a ganar los tres compromisos que le restan y esperar que tropiecen los de arriba. A su favor cuenta con un programa bastante accesible que incluye a Central como local, Lanús de visitante e Instituto en Liniers. Sin embargo, si bien el bicampeonato es una tentación, la mira parece estar puesta en la Sudamericana. Ayer, Miguel Russo sorprendió al dejar en el banco a jugadores como Enría, Centurión o Sena, seguramente titulares el miércoles ante Pumas. Otro dato no menor es que los de Liniers deberán volar la semana siguiente a México, un viaje agotador.