La inclusión de Marcelo Gallardo en el equipo titular fue uno de los temas de debate más destacados de los que envolvieron a River en los últimos días. Finalmente, la decisión del entrenador Daniel Passarella fue ubicar al volante en el banco de los suplentes y sólo jugó el segundo tiempo del partido ante Quilmes. Sin embargo, cuando se especulaba que el futbolista le daría más dinamismo al juego de River, Gallardo no pudo influir de manera decisiva en el desarrollo. En consecuencia, el conjunto de Núñez no exhibió muchas variantes entre la primera y la segunda parte, debido a que su fútbol careció de claridad para poder marcar supremacía sobre los quilmeños, que se ubican en el último lugar de la tabla.

Mientras Gallardo observaba desde afuera, River no tenía un conductor natural que pudiera encabezar los circuitos ofensivos. Si bien Belluschi se venía desempeñando transitoriamente en esa función, en la tarde de ayer se estacionó demasiado en el centro del campo, y fue controlado por los mediocampistas de Quilmes. De esa manera, Ortega se retrasó demasiado para tener más contacto con la pelota, y así River perdió peso en ataque. El primer gol de River llegó precisamente por una acción de Ortega sobre la izquierda, luego de recorrer unos metros con la pelota antes de enviar el centro para la conversión de Higuaín.

Gallardo comenzó desde el inicio el segundo tiempo, en reemplazo del defensor Mareque. Cuando apenas habían pasado seis minutos, el estratega tuvo su primera participación de riesgo, en una jugada que combinó con Belluschi y Ortega. Pero esa jugada no tuvo continuidad en el resto del encuentro, porque Gallardo no pudo adueñarse de la pelota para llevar a su equipo hacia el arco de Gómez.

Para colmo, con la expulsión de Zapata por una protesta, Belluschi se ubicó sobre la izquierda y casi no pudo mezclarse con Gallardo para la creación. En el final, Gallardo estuvo cerca de convertir su propio tanto, pero perdió en el duelo ante Gómez.

Esa jugada fue la síntesis de lo que pudo haber sido y no se concretó. Luego de su recuperación física, Gallardo ahora busca su reaparición futbolística para el bien de River.