“Nuestro Dios es Bodiroga”
La obtención del bicampeonato mundial por parte de Yugoslavia motivó un festejo interminable por las calles de Belgrado, con tiros al aire y petardos incluidos. Miles de automóviles con jóvenes que agitaban banderas nacionales o mostraban tres dedos –gesto característico de los ortodoxos serbios– invadieron el centro de la ciudad tocando las bocinas. “Hemos demostrado que somos los mejores”, repetían los fanáticos. “Nosotros reconocemos a nuestro Dios, su nombre es Dejan Bodiroga” fue el grito de los hinchas, que también vivaron a Vlade Divac, a quien pidieron para presidente. El próximo 29 de septiembre hay elecciones en Serbia y, según los aficionados, el pivot de Sacramento Kings debería presentarse.