No hay caso: otra vez Boca tenía una buena chance para descontarle puntos al líder San Lorenzo y, al igual que en los últimos dos partidos, dejó pasar la oportunidad. El equipo de Miguel Russo volvió a evidenciar problemas para quedarse con los tres puntos en el torneo local y sumó el cuarto empate –el tercero de manera consecutiva– en sus últimas cinco presentaciones. La exigencia de la Copa Libertadores y la necesidad de darles descanso a algunos de los habituales titulares obligaron al entrenador a realizar cambios que no tuvieron éxito. Ni el ingreso de Bertolo en la mitad de la cancha, ni el de Marioni para acompañar a Palermo en el ataque aportaron una mejora en el funcionamiento del equipo.

Después de la derrota ante Vélez por los octavos de final de la Copa Libertadores, Russo optó por la rotación de jugadores y conservó a Banega y Palacio para darles espacio a Bertolo y Marioni. La apuesta, aunque no fue determinante en el resultado, incidió en el trámite del encuentro, porque ninguno de los dos tuvo una buena actuación. Esta vez la respuesta fue inmediata y, en los primeros minutos del segundo tiempo, Russo insistió con los habituales titulares. El empate final alejó lo que podría haber sido una sensación de completa disconformidad. Pero el punto, que ahora parece una pobre cosecha para las aspiraciones de Boca, sirvió para, al menos, no quedar relegado en la lucha por el título, un consuelo que restando sólo cinco fechas parece absurdo.

Los problemas defensivos también son inconvenientes que Russo deberá resolver para jugar el próximo jueves ante Libertad, de Paraguay, por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Seis goles en contra en los últimos tres partidos (Racing, Argentinos y Arsenal) y otros tres en la derrota frente al Vélez de Ricardo La Volpe son el reflejo de una línea defensiva que extraña a Daniel Díaz y, en menor medida, a Jonatan Maidana.

Boca entra en una etapa de definición. Russo conoce las dificultades que genera afrontar dos torneos con los mismos jugadores. Pero los tres puntos que lo separan de San Lorenzo todavía dilatan cualquier decisión de apostar sólo a la Copa Libertadores.

Informe: Hernán Matz.