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1 Falto claridad en ataque. La presión que ejercieron los Springboks obligó a los backs argentinos a jugar más atrás de lo habitual. Eso llevó a que Pichot siempre tuviera poco tiempo para resolver y que su pase de apertura a la salida de cada formación debiera recorrer muchos metros, lo que se tradujo en pérdida de precisión. De esa forma, los ataques de Los Pumas nunca tuvieron claridad en sus comienzos.

2 Con el manejo, chocaron. Los errores de manejo de Argentina resultaron vitales para el resultado final. Los cuatro tries sudafricanos nacieron de pelotas perdidas por el conjunto de Loffreda. El primero fue una interceptación a un pase de Felipe Contepomi, el segundo arrancó con un error de Longo, el tercero llegó tras una error de control de Hernández y el cuarto fue producto de otro pase interceptado al apertura.

3 El line fue ajeno. Una de las claves del partido para Los Pumas era poder equiparar el poderío de los sudafricanos en el line. Gran parte de las chances de victoria pasaba por controlar esa formación. Y más allá de las variantes intentadas, los Springboks dominaron con claridad ese aspecto del juego. Apenas perdieron uno de los 19 que tiró Smit, en cambio robaron siete de los 18 que lanzó Ledesma.

4 No alcanzo el dominio. Pese a la enorme ventaja en el marcador, en el desarrollo las diferencias no resultaron tan evidentes. Es que la posesión de la pelota estuvo muy repartida, lo mismo que el dominio territorial, que incluso favoreció a Los Pumas. Fue por eso que la clave del juego estuvo en el aprovechamiento que hicieron los sudafricanos de los errores cometidos por los argentinos, que cada vez que se equivocaron lo pagaron con puntos.

5 Individualidades apagadas. Dentro de un rendimiento muy parejo, Los Pumas habían tenido cuatro individualidades que habían sobresalido y que habían acaparado los elogios de la prensa mundial: Hernández, Pichot, Felipe Contepomi y Corleto. Ayer, el único que estuvo a la altura de los antecedentes fue el fullback. En cambio, la pareja de medios y el centro de Leinster nunca le encontraron la vuelta a la presión de los Springboks.

6 Rivales encendidos. Los sudafricanos contaron con individualidades que lucieron en altísimo nivel. El medio scrum Du Preez manejó los tiempos a su antojo y consiguió el primer try, tras un robo y una larga corrida. El wing Habana mostró su increíble velocidad, con dos tries y otro que le anularon. Y el fullback Montgomery exhibió firmeza en defensa, utilizó el pie con asombroso criterio y acertó todos sus intentos a los palos.

7 Tackle en deficit. El tackle, que caracterizó a Los Pumas a lo largo del torneo, ayer no tuvo tanta incidencia en el desarrollo. Es que muy pocas veces en el partido el equipo argentino debió asumir una postura netamente defensiva. Sudáfrica fue inteligente para atacar en los momentos en los que el bloque defensivo del conjunto de Loffreda estaba desarmado y, de esa manera, pudo lastimar y llegar con facilidad al ingoal.