Curioso: Ledesma y Alvarez, que habían sido echados en la final del Apertura anterior, volvieron a ser expulsados ayer. Los dos –no lo olvidan los hinchas de Boca– habían tenido una participación decisiva pateando penales en la semifinal de la Libertadores de 2004, ante River, en el Monumental. Por eso, cuando Alvarez se iba hacia el túnel rechazó la protección de los escudos policiales. Sabía muy bien que lo único que podían llegar a tirarle eran buenas ondas. Y eso pasó: los hinchas de las tres bandejas de Casa Amarilla lo aplaudieron. A Pablo Alvarez lo echaron ayer por doble amarilla, la segunda en una inexistente falta ante Bueno. A Ledesma le sacaron la roja por una infracción desde atrás a Lugüercio.