La segunda derrota de River en el torneo Clausura fue la consecuencia del rendimiento bajo que exhibieron los jugadores más determinantes del conjunto conducido por Diego Simeone. En ese marco, fueron pocos los que lograron sobresalir justo en el duelo más esperado del campeonato.

Abelairas fue uno de los que se destacaron en el mediocampo. El volante comenzó el encuentro demasiado estático, pero luego fue creciendo, sobre todo en el inicio de la segunda parte, y terminó conduciendo a su equipo hacia adelante. En el mismo escalón estuvo Buonanotte. Si bien no pudo superar con facilidad a su marcador (Maidana) cuando se ubicó sobre la izquierda, se retrasó un poco para arrancar desde más atrás, y así tuvo una participación más activa.

El arquero Carrizo estuvo correcto en sus pocas intervenciones. En la más difícil, le tapó un mano a mano a Palacio, a los 13 minutos. En el segundo tiempo controló bien un remate de Palermo y no se complicó cuando le tocó jugar con los pies. En el gol no tuvo incidencia. El defensor Villagra también se ubicó entre los más regulares. El ex Central fue el más firme de la última línea, y cubrió bien las espaldas de sus compañeros. No se proyectó como en otras oportunidades, y River sintió la falta de salida por la izquierda.

Entre los que estuvieron un escalón más atrás se encuentra Alexis Sánchez. El chileno no pudo superar con facilidad la marca de Monzón, y se mostró más preocupado en defender que en atacar. Eso le quitó movilidad, y cuando se trasladó a la izquierda tampoco incidió. Falcao fue otro que sufrió la falta de un conductor preciso, y de esa manera la pelota no le llegó con claridad. En la única chance que tuvo para convertir, no le pegó bien y su remate se fue desviado.

Ponzio fue otro que no mostró su mejor versión. Le tocó disputar la zona central con la figura del partido (Battaglia) y encima su rival lo superó en el salto para cabecear la pelota que terminó en gol. Cuando ingresó Fernández pasó a jugar como lateral derecho, y sólo trató de marcar al hombre que venía por ese lado.

Los otros defensores rindieron a la misma altura. Tuzzio tuvo muchos problemas para controlar a Palermo, y cometió demasiadas infracciones. En su mayor desacierto, calculó mal en el salto para despejar la pelota, en la jugada que casi termina en gol de Palacio. Gerlo se complicó cuando debió detener a Palacio y a Riquelme, y no se desprendió por la franja derecha. Cuando pasó a jugar de marcador central estuvo más ordenado, a pesar de que lanzó pelotazos sin destino. Nicolás Sánchez comenzó nervioso y tampoco entregó seguridad. Se fue reemplazado a los diez minutos del complemento. En su lugar entró Fernández, que no pudo ofrecer despliegue y no incidió.

Ortega fue el más flojo. Estuvo bien marcado y no intentó por otras sectores. Se notó que no está en su mejor condición física. Los ingresados Abreu y Rosales construyeron la mejor acción de riesgo, pero el uruguayo cabeceó por arriba.