- River no mostró nada nuevo ni mejor respecto de sus peores tiempos. Debió exigirse a fondo para ganarle a Banfield, que lo superó claramente en el arranque de los dos tiempos.

- El error del árbitro Pompei, quien cobró como infracción un limpio quite de Bustos a Ahumada, y luego, no indicó con claridad si el tiro libre que derivó en el gol de Abelairas era directo o indirecto, terminó siendo determinante. Abrió el partido cuando el trámite era cerrado y parejo.

- La entrada de Fabbiani en el segundo tiempo no resultó tan decisiva como hace una semana ante Central. De todos modos, habilitó a Falcao en la jugada del segundo gol de River.