“Guillermo no se equivocó en ningún momento”, se lamentó el escolta, Diego Aventín. “Tenía un gran auto, estaba muy cerca, pero no me daba para el sobrepaso. Lo corrí hasta donde pude. Pero lo mejor es que recuperé la esperanza para luchar bien arriba y soñar con el campeonato.” Aventín no sufrió tanto el calor como su perseguidor, el mendocino Matías Jalaf. “Se me rompió la máquina del agua y se soltó el tubo que da aire para respirar, estuvo bravo”, reconoció el tercero. Y Agustín Canapino, que fue cuarto, terminó agotado pese a sus 18 años. “Terminé sin fuerzas, muy cansado. Se me rompió la luneta trasera y quedé sin cargas atrás, seguí como podía.” Omar Martínez la pasó peor: “En las últimas diez vueltas se me ampollaron los pies, en el talón”. Sergio Alaux, que había terminado en el quinto lugar en la pista, fue recargado por cortar la chicana, y quedó sexto, mientras que Lionel Ugalde, el ganador de la carrera de apertura del campeonato, en Mar de Ajó, terminó undécimo, a más de 26 segundos del ganador Ortelli. Esta semana seguirán las reuniones entre pilotos, preparadores, chasistas y la ACTC para profundizar el sinceramiento de los costos de participación.