Cuando Gabriel Minadeo se despidió de la dirección técnica de Las Leonas tras el bronce olímpico en Beijing, quedó en claro que el nuevo conductor debía asumir un doble desafío. El primero, sostener el prestigio de un equipo que se mantiene en el primer nivel mundial desde hace más de una década. Y el segundo, consumar el recambio generacional para afrontar el año próximo el Mundial de Rosario de la mejor manera.

Con esas dos premisas asumió Carlos Retegui, histórico jugador de la selección masculina y técnico de GEBA. Más allá de algún retiro voluntario, la primera decisión fuerte del DT fue armar un grupo sin algunos nombres pesados, como Magdalena Aicega, Mercedes Margalot, Mariana González Oliva o María de la Paz Hernández. Y en el primer gran objetivo, la apuesta de Retegui rindió sus frutos e invita a mirar con mucho optimismo el futuro del ciclo. Porque, más allá del título, el éxito estuvo sustentado en un trabajo colectivo muy sólido y con momentos de muy buen juego, pese a que se trataba de un equipo prácticamente nuevo.

Apoyado en el liderazgo y el talento de Luciana Aymar –Retegui también es su DT en GEBA–, el entrenador convocó un plantel que conjuga jugadoras consagradas con jóvenes con una experiencia internacional muy importante y juveniles con talento que recién empiezan a aparecer en Las Leonas. En el primer grupo, además de Aymar, se pueden ubicar a Soledad García –la otra sobreviviente del equipo medalla de plata de Sydney 2000–, Claudia Burkart y Mariné Russo –integrantes del conjunto campeón del mundo en Perth 2002– y Alejandra Gulla.

La camada intermedia la componen Noel Barrionuevo, Rosario Lucchetti, Carla Rebecchi y Giselle Kañevsky, todas jugadoras que no superan los 24 años, pero que ya saben lo que es ganar una medalla olímpica. De esta generación también es Belén Succi, aunque la arquera argentina recién en este torneo jugó con continuidad tras estar tapada por Paola Vukojicic.

Tal vez el aporte más relevante de Retegui estuvo en darles pista a chicas como Josefina Sruoga –acaso la mayor promesa del hockey nacional–, Mariela Scarone, Daniela Sruoga, Delfina Merino y Carla Dupuy, todas menores de 22 años y con pasado exitoso en Las Leoncitas. Por la actitud que mostraron a lo largo del certamen, se les augura varios años con la camiseta de Las Leonas.

Con tanto recambio desde el plantel que subió al podio en Beijing, lo más llamativo del rendimiento de Argentina fue su solidez defensiva. En seis partidos apenas recibió cuatro goles y en tres encuentros mantuvo su arco invicto. Además cedió muy pocos corners cortos, algo fundamental en este nivel. Probablemente todavía haya que mejorar el funcionamiento en ataque, demasiado dependiente del talento de Aymar. Sin embargo, para un primer paso en recambio, pinta como para ilusionarse.