Juan De Stéfano, el ex presidente de Racing entre 1987 y 1995, fue responsabilizado por Julio Grondona de instigar el ataque contra la AFA con piedras y palos el martes por la noche. Su prolongado retiro de los asuntos del fútbol no restó pirotecnia a sus declaraciones ni moderó su perfil de dirigente polémico. El viernes por la noche, desde su casa de Sarandí –donde dice que reside desde hace cincuenta años–, contestó todas las preguntas, incluso rubricando la idea de que él se hacía cargo de sus respuestas.

–¿Qué tiene para decir sobre la grave acusación que le formuló Grondona?

–¿Cómo voy a hacer eso yo? ¿Sabe lo que pasa? Me mandó a llamar y no le di bola. Me pidió que intercediera con ese grupo de gente que fue a la AFA el martes y no quise. Son de Sarandí y él tiene problemas con ellos. Hablé antes del ataque con el comisario Capuchetti que está a cargo de la seguridad de la AFA y le dije que no iba a intervenir. Yo no la piso más ni quiero hablar con Grondona. Es un delincuente. Y por lo que me acusó lo voy a llevar a la Justicia.

–¿Y usted de qué lo acusa a él?

–De que es el único responsable de lo que está pasando. Usó al fútbol para enriquecerse hasta el hartazgo. Se dio un beso de lengua con Torneos y Competencias y Clarín, para luego manejarse bien con la billetera. Ya llevamos treinta años de corrupción en la AFA. Grondona violó el estatuto, no controla nada y así después van a votarlo los dirigentes dóciles. Y quiero recordarle que llegó al cargo en 1979 de la mano del vicealmirante Lacoste y los militares.

–Hay quienes lo vinculan con el ataque a la AFA porque, afirman, usted es asesor rentado de Torneos y Competencias y quiso quedar bien con la empresa.

–¿Qué? No trabajo en TyC, de ninguna manera. Aunque la verdad es una lástima que no esté en la compañía. Yo mantuve una relación muy buena con Luis Nofal y, cuando era dirigente, con los presidentes de otros clubes les regalamos el negocio más fabuloso de la historia al Negro Avila y al Grupo Clarín.

–¿Está arrepentido de haber entregado eso que usted define como un regalo?

–Sí, estoy arrepentido. ¿Cómo voy a regalar semejante negocio? Fue una locura.

–¿Qué opina del conflicto de intereses entre el fútbol y la televisión?

–Ahora Grondona cree que la solución es televisar todo el fútbol por Canal 7. Cenó con Kirchner, aunque si el Comité Ejecutivo lo avaló, ése es otro tema. Claro que pasar el fútbol gratis por el canal del Estado es maravilloso; que la gente lo pueda ver sin pagar el cable. Pero el juicio que se van a comer en la AFA es muy grande. Si rescinden el contrato con TyC y Clarín deberían hacerlo en el predio de Ezeiza y con las cámaras de televisión adentro. Para que todo esto sea clarito como el agua.

–Sus críticas a Grondona inducen a una pregunta: ¿usted quiere que renuncie ya?

–Es hora de que se vaya. En el fútbol hay gente honesta y con ideas nuevas. Los presidentes de Vélez, Lanús y Estudiantes... Raúl Gámez. Eso sí: el que gobierne la AFA tiene que salir de un club que no sea de los más poderosos. Independiente gobernó la AFA por espacio de treinta años. Los racinguistas queremos que eso se acabe.

–¿Nos dijo toda la verdad sobre el ataque a la AFA y los carteles con agravios contra su presidente?

–Sí. Quisiera que me den un solo indicio de que tuve algo que ver. Yo eso no lo haría. Además me solidarizo con la AFA, porque esas cosas no deberían ocurrir.

–¿Tiene algo que ocultar?

–Mire, la mejor forma de conocerme a mí es venir a mi casa de Sarandí, en la que vivo desde hace cincuenta años. Un barrio donde se hace muy difícil el día a día. El domingo pasado me robaron un estéreo de la camioneta. Yo no vivo en la avenida Libertador ni tengo fortunas como Grondona, que pasó de una ferretería quebrada a una riqueza incalculable en hoteles, campos y edificios. Y todo lo hizo con el fútbol.