Mientras la etapa regular del campeonato de Turismo Carretera va llegando a su fin, siete pilotos se aseguraron ya un lugar en los play-offs que decidirán el título: Ponce de León, Moriatis, Ledesma, De Benedictis, Rossi, Canapino y Castellano. Para quienes aún no lo consiguieron, las presiones van en aumento. Hay estructuras que marchan sobre rieles, como el Lincoln Sport Group, con Ponce de León y Moriatis en los dos primeros lugares de la tabla, y otras como el HAZ, que navegan en la intrascendencia con Norberto Fontana y Martín Basso, a bordo de dos Torino que no rindieron lo que esperaba, fuera de posibilidades. Pero en el poderoso JP Racing, que ganó los títulos de 2005, 2006 y 2008, la bomba está a punto de estallar. El quíntuple campeón Guillermo Ortelli ya no sabe cómo disimular su desazón: arrancó el año con el auto de la temporada pasada y después estrenó uno nuevo, que al cabo de seis carreras dejó un saldo totalmente negativo. El piloto de Salto volvió al auto anterior, pero los resultados no se modificaron: ayer rompió el motor en la séptima vuelta y está 15º en el torneo, prácticamente afuera de la definición por el título. “Es lógico que las cosas se den así –reflexionó–. Cuando perdés mucho durante el año y comprometés las últimas carreras, esto puede pasar. No sé si habrá un replanteo, las cosas hay que discutirlas en frío.”