A Racing no le alcanzó con colmar su estadio, con mostrarse más interesado en desplegar su ataque, ni con los buenos pasajes de fútbol asociado para quitarle el control del partido a Estudiantes que, con mucho menos, hizo lo que se propuso y sobre el final, cuando el empate parecía quedarles cómodo a ambos, apareció en su esplendor para, con un golazo de Hernán Rodrigo López, terminar llevando un triunfo clave para instalarse definitivamente entre los candidatos al título, incluso a pesar de la doble competencia que afronta este semestre.

Para ganarle a Racing, el favorito del Clausura, Estudiantes se propuso objetivos medianos. Verón se calzó el overol y emuló en el mediocampo a su compañero Braña, priorizando cierta lentitud en el trámite y la mayor cantidad de cortes posibles para llevar a Racing a un ritmo que no lo favorecía porque le impedía explotar sus mejores virtudes.

Así aguantaron los platenses la presión que en el comienzo les planteaba Racing, que por momentos conseguía jugar bien y hasta se insinuaba superior. Lugüercio tuvo una chance y la desperdició, al igual que Hauche, quien estuvo muy cerca de abrir la cuenta, pero remató desviado.

Con el correr de los minutos, la batalla terminó de instalarse en la zona media, ahí donde Estudiantes había planteado su estrategia a la espera de su oportunidad. Y no permitiéndole a Racing desarrollar su juego, con lo que Estudiantes consiguió nivelar el trámite. Todos los intentos parecían ahogarse por las bandas, donde los volantes tenían recorridos cortos e imprecisos. En su especulación, que incluyó un consumo escandaloso del tiempo, Estudiantes resignó en ataque y limitó sus chances ofensivas a las jugadas de pelota parada. Nada que el bueno de De Olivera no pudiera controlar, incluso con la mirada.

Los constantes roces en el mediocampo fueron calentado el trámite; el árbitro Diego Abal comenzó a repartir amarillas para apagar el incendio.

Toranzo se ganó la quinta, la que le impedirá jugar ante Lanús. Ese era el partido que querían los platenses. Y tardó casi 20 minutos Racing en volver a tener otra chance de gol, un centro de Hauche para Licht, que Fernández terminó anticipando para despejar.

La segunda parte fue similar. El colombiano Gutiérrez encendió al público con una definición circense, pero Abal lo anuló por posición adelantada. Y todo volvió a ser lo mismo. Racing era más atrevido, pero Estudiantes no se despeinaba a la espera de su oportunidad. La primera la tuvo González, con un remate suave a las manos de De Olivera. La segunda fue el golazo de López para coronar la que fue quizá su mejor jugada colectiva. En medio de la desesperación de los de Avellaneda, Barrientos estrelló un remate en el travesaño. Hubiera sido demasiado premio.