Por Martin Jaite *

El balance del torneo es muy positivo. Cuando se confirmó la realización del certamen, nosotros sabíamos que todo podía andar muy bien. Estábamos seguros de que iba a venir mucha gente, que había muchas ganas de ver tenis, que teníamos un cuadro excelente de jugadores y que estaban dadas las condiciones para que el torneo resultara exitoso. Pero la realidad nos sobrepasó y, otra vez, volvió a superar todas nuestras expectativas, no sólo por la cantidad de público. Creo que esta edición fue, sin dudas, la mejor en cuanto al nivel tenístico exhibido. Se vieron partidos increíbles. Y es importante porque por más que se consiga esta jerarquía de jugadores, igualmente no está garantizada la calidad de los partidos. Acá salieron partidazos. El de Coria-Nalbandian, por dar un ejemplo, fue un juego espectacular desde lo tenístico, más allá de que se lo catalogue como clásico y todas esas cuestiones.
En cuanto a los números, nosotros también sabíamos que de ninguna manera iban a ser positivos. Pero nos planteamos que cuando menos negativos fueran, mucho mejor. Todavía no podemos hacer un análisis claro y definitivo, ya que primero tenemos que definir algunos gastos. Recién la semana que viene podremos tener un panorama más claro de la situación. Si bien en un primer momento nuestra idea era realizar este torneo para en un futuro buscar tener un Masters Series, hoy ese pensamiento es imposible. Nuestra meta hoy es poder concretar el torneo el próximo año. La situación económica y social de Argentina no te permite pensar en un torneo más grande. Para nosotros, éste ya es muy grande. Además, tener más premios tampoco nos garantiza que podamos contar con más calidad de jugadores. Nuestro mayor capital es que tenemos una muy buena fecha, una excelente organización, una gran ciudad y que los tenistas quieren venir, independientemente de los premios. Nuestra mejor propaganda es que los jugadores hablan bien y están conformes con lo que les brinda Buenos Aires.
Pero más allá de todas las alegrías que me brindó el torneo por lo tenístico, por los partidos o por la cantidad de gente que vino, la satisfacción más grande que me dejó es mi equipo de trabajo. Yo soy la cara visible de un grupo que pone todo su esfuerzo para estar en cada detalle. Esa es la mayor satisfacción que me podía dejar.

* Director de la Copa AT&T.