El segundo gol de Boca fue uno de los mejores de este campeonato. En tres cuartos de cancha, Colazo y Paredes jugaron cortito, rodeados de camisetas rivales, como suelen hacerlo Xavi, Iniesta, Messi, Pedro y compañía en el Barcelona. Un toque, dos, tres, cuatro, Paredes se sacó de encima a un rival con un movimiento de cintura a lo Rojitas y sacó un latigazo seco, tremendo, a lo Gringo Scotta, a lo Valentim. La pelota llegó viboreando, picó con fuerza y no le dio ninguna chance de reacción al pobre Saja. Un golazo que dejó en segundo plano el otro, el de tiro libre que hizo en el segundo tiempo con un chanfle bonito que festejó con el Topo Gigio en obvia referencia a Riquelme, quien hace un tiempo había declarado que veía en el pibe a su sucesor. Paredes no juega como un clásico enganche, pero hace la diferencia con sus remates de media distancia. “Mejoramos en lo anímico y debemos seguir así”, declaró al final.