El tipo adelantó la compra del plasma para el Mundial porque le explicó a su esposa que el domingo tenía que ver seis partidos importantes.

–¡¿Seis partiiiidos?! –preguntó la mujer, alargando las íes.

–Tres y tres –contestó, lacónico, el tipo.

La mujer volvió a la carga.

–¿Y juega Huracán?

–No, Huracán no.

–Y entonces, ¿para qué lo mirás?

–Se define el campeonato y se definen los descensos. Es la última fecha. Juegan todos a la misma hora.

–¿Todos?

–No, a las tres juegan los del descenso y a las cinco y media los del campeonato. Pero está bueno porque se pueden ver todos los partidos simultáneamente.

–¿Y cómo hacés para verlos todos a la vez?

–Vos, cuando hablás con tus amigas, ¿no podés mantener cuatro o cinco conversaciones simultáneas? Bueno, parecido.

La mina se dio por vencida; y, ya más aliviado, a las tres de la tarde el tipo empezó a hacer zapping. Arrancó con GodoyCruz-Racing en Crónica TV y lo primero que vio fue una enorme bandera que cubría toda una tribuna con la inscripción “Dios, el Papa y el Mesías. Orgullo argentino”, con las imágenes del terceto Maradona-Bergoglio-Messi. Igual se quedó un poco más ahí, vio el gol de Gastón Díaz y pasó a Arsenal-Rafaela en la TV Pública. Hasta ahí, salvado Godoy Cruz, partido de desempate entre Colón y Rafaela. Al ratito gol de Arsenal, cambiaba la bocha: salvados Colón y Godoy Cruz, Rafaela a la B. Pasó un ratito por América que transmitía Colón-Olimpo y entre zapping y zapping se tropezó con Lilita Carrió, que jugaba en el programa de Mirtha Legrand. También hablaba de quién salvaba a quién y dijo: “Yo siento que tengo que salvar a la Argentina”. Zapping urgente.

Empate de Racing, que no cambiaba nada; gol de Rafaela, que llevaba otra vez a un desempate entre los dos santafesinos. Las cámaras se regodeaban con los cambiantes estados de ánimo de los hinchas de Colón y con la felicidad de los mendocinos de Godoy Cruz, después del segundo gol. Pasada fugaz por el 13, entre partido y partido, y la Legrand dice que hay dos candidatos para el Martín Fierro de Oro: Farsantes y Lanata.

–¿Y cuál es la diferencia? –pregunta el tipo en voz alta. La mujer, a la distancia, cree que la sobredosis de fútbol no le está haciendo bien a su marido.

Ya en el segundo tiempo, hay gol de Olimpo y se salva Rafaela. Pero empata Gandín para Colón al conectar de cabeza el rebote de un penal y otra vez hay desempate. El punto máximo de emoción llega en el tiempo de descuento de los partidos de Sarandí y Santa Fe. Hay gol de Rafaela: lo hace Albertengo y lo que tenemos ahora es que zafa Rafaela y Colón a la B. Pero, en el tiempo de descuento en Santa Fe, una inesperada vuelta de tuerca más: llega un tiro libre de Gandín y, en una jugada a tres bandas, Alario la manda despacito, despacito a la red. Locura sabalera porque el destino le da una vida más: desempate contra Rafaela. Había que ver las caras de los hinchas de Colón y los jugadores del banco antes y después de la jugada de flipper que les dio el bonus.

Apenas media hora de respiro tuvo el tipo entre el final de los partidos de la permanencia y los del campeonato. Pero la segunda parte de la historia resultó mucho más aburrida y menos tensionante porque de entrada Cavenaghi agarró el rebote, River se puso 1 a 0 y se acabó el suspenso. Mucho más cuando Boca se puso en ventaja en La Plata y Tigre pasó a ganarle a Estudiantes. Alejada cualquier posibilidad de situaciones emotivas, el hombre empezó a hacer zapping de partido en partido, buscando la quimera de alguna jugada interesante, un ratito de fútbol. Se encontró con los goles de River, especialmente con el de Ledesma, un zapatazo impresionante. Con eso, con algunas pinceladas del mejor equipo del campeonato y con el final infartante de la lucha por no descender, la tarde estaba salvada.

A eso de las siete y media, la mujer preguntó, casi de compromiso:

–¿Y? ¿Cómo fue todo?

–Bien, bien –dijo el tipo y le dio el control remoto.