La jugada del segundo gol de Boca es bien simbólica. Participaron de ella el pibe Cubas, Carrizo y Calleri, tres de los candidatos a formar parte del equipo que Boca presentará el jueves contra River por la Sudamericana. El Vasco Arruabarrena parece tener dudas para la elección de los once y el partido de ayer despejó algunas incógnitas y abrió otras. Contra Independiente, el DT de Boca puso en la cancha a Calleri y a Gigliotti juntos. Una sorpresa, si se tiene en cuenta que las veces que habían jugado en yunta con Bianchi la cosa no había funcionado, y que se descontaba que Calleri iba a ser titular el jueves. ¿Por qué no preservarlo entonces? ¿Acaso quería testear a los dos y tomar el partido como prueba? Si así fue, en principio Calleri parece haber ganado la pulseada. Hizo un gol de vivo, de tenaz, con la complicidad del arquero de Independiente, y metió otro debajo del arco, en el segundo. Pero además participó mucho del juego y colocó algunos pases muy interesantes. Cuando lo sacaron de la cancha después del segundo gol, quedaba claro que lo estaban guardando para cosas más importantes. Gigliotti jugó los 90 minutos, buscó mucho y encontró recién sobre el final, con un cabezazo de su sello. Con Calleri ya no queda mucho margen para la discusión y Gigliotti seguirá siendo la primera opción si la mano viene bien barajada.

En el medio campo, la gran actuación del pibe Cubas (que la rompió) vuelve a hacer pensar en la posibilidad de que se gane un lugar el jueves. Pero, ¿en lugar de quién? De Erbes o de Meli, que ayer jugó apenas un ratito, o de Marín, porque Erbes ya jugó alguna vez (y bastante bien) como lateral derecho. Cubas, que es un león en la marca, también se las arregla para participar de alguna contra y eso le da chances, aunque su poca experiencia (10 partidos en Primera) no juega a favor. Carrizo es otro de los que anduvo bien, además de haber tenido una intervención activa en dos de los goles de su equipo. Descartado Martínez, el candidato número uno es Fuenzalida; pero lo de Carrizo ayer abre algún espacio para pensar en la variante. La realidad es que Boca tiene menos equipo que River, pero mucha mejor reserva por la paridad entre los que entran y los que van al banco.

Los hinchas de Boca disfrutaron del triunfo frente a Independiente, pero no demasiado porque tienen puesta la cabeza en la revancha contra el clásico rival y empiezan a jugarla especulando con los jugadores que Arruabarrena meterá en el Monumental. El entrenador, que también es muy consciente de que eso es lo único que les interesa a todos, en su cabeza pone, mete, saca y vuelve a poner, mientras sueña con un jueves de gloria.