Por J.J.P. y A.D.B.

–¿Vislumbra alguna salida para el país?
–Acá pareciera que se resuelve el problema de la Argentina porque cambiamos la Corte de Justicia. Esto es importante de verdad, pero estamos esperando las medidas importantes que nos permitan concretar los sueños en un país distinto. Y el fútbol argentino es así, porque en lugar de cosas importantes se están permanentemente diciendo pelotudeces. ¡Es interesante, realmente, que un tipo no se coma un huevo frito antes de un partido; claro que es interesante! Sobre todo porque cualquiera que no coma huevo frito y se entrene todo el día seguro que juega en el Santos... Las cosas importantes en el fútbol son pocos los que la ven, y muy pocos las analizan, en todo el espectro.
–En cuanto al país, ¿le despierta alguna expectativa Kirchner?
–Sí, creo que muchos estamos expectantes.
–¿Lo votó?
–Sí, fue un voto de miedo. Me planteé una noche con amigos qué pasaba si Menem sacaba 100 votos y Kirchner 99, y si encima yo no lo había votado... Me tenía que tirar por la ventana.
–¿Y por qué no termina de sentirse identificado con Kirchner?
–Lo que digo es que hasta ahora yo veo que hizo cosas interesantes; pero lo que yo espero de alguien es que haga algo importante. Para mí hay dos caminos: uno cultural y uno económico. Lo que me da miedo es que estos tipos que despiertan sueños, y que más poder tienen, no tomen las grandes decisiones. En el fútbol, cuando vos llegás a un club, sos Gardel; y a los tres meses, cuando perdiste tres partidos, no podés cambiar al utilero o cambiar una pelota, porque todo te lo cuestionan. Yo espero que él, Kirchner, se fortifique en el único sostén, que es la gente. Si no, termina siendo todo la misma mierda. Pero no digo que sea fácil. Cuidado, que esta pelea no es sencilla y por eso uno se apresura a dar la voz de alerta. Ojalá la pueda ganar.