“A mí no me siguen por la calle”
Por A. G.
La Manumanía cambió la geografía de la Selección Argentina. Si bien dentro del grupo Emanuel Ginóbili sigue siendo uno más, para afuera es la voz más requerida, la foto más buscada y la firma más preciada. Ese furor motivó la aparición de guardaespaldas y un mayor celo en el cuidado del equipo. Así ve el fenómeno Juan Ignacio Sánchez.
–¿Qué se modificó en el equipo al tener a Ginóbili y todo lo que se generó alrededor de él a partir del título en la NBA?
–Cambió sobre todo fuera de la cancha. La selección se ha vuelto muy requerida, en especial por él, que es un poco un mundo aparte dentro del equipo. Se nota que gente que nunca en su vida vio básquet se hizo fanática por él y lo busca. En cambio, la gente que es más del básquetbol aprecia a la selección en general. Es la Manumanía, no conocen a nadie más que a él. Pero se lo ganó, lo único es que hay que adaptarse un poco. Nosotros teníamos una relación con la gente más directa, más de entrecasa, pero ahora surgió el tema de seguridad y todo eso. A uno que no sufre el acoso, por ahí le choca un poco, pero hay que entender que el caso de Manu es muy diferente.
–¿Se está armando demasiado circo?
–Tampoco hay que exagerar las cosas. El básquet no dejó de ser un deporte al que lo va a ver un determinado público. No somos como el fútbol, que es totalmente popular y mueve multitudes. Creció mucho la popularidad pero tampoco hay que exagerar y sentirse perseguidos. Ahí es cuando hay que poner el freno. Cuando más normal sos, menos histeria se provoca también.
–¿Lo hablaron?
–Hablamos al principio, cuando aparecieron los guardaespaldas y eso. Es todo muy nuevo y se va a ir normalizando. Quizá es un poco lógico que haya un poco de sobreactuación. Y no lo digo por Manu, sino por como vemos la situación. Si él siente que necesita esa protección, es algo personal. Yo no me puedo poner en su lugar porque a mí no me siguen personas por la calle.
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