Domingo, 22 de julio de 2007 | Hoy
CORREA LUNA
Con un pie en el género fantástico y otro en la novela psicológica, Correa Luna logra plasmar un efectivo trabajo con el humor lingüístico.
Por Luciano Piazza
La pura realidad
Hugo R. Correa Luna
Losada
167 páginas.
La segunda novela que publica Hugo Correa Luna, La pura realidad, cuenta las vacaciones de una joven pareja de clase media argentina, desde sus preparativos hasta su regreso. Nelly y Guille tratan de bajar el ritmo del trajín cotidiano y predisponerse bien hacia su anhelado viaje al sur. Una sorpresa durante los preparativos cambia el rumbo de las preocupaciones: una inesperada carta llegada desde Australia con un remitente aparentemente desconocido. Un tal George les escribe con amistosa familiaridad presuponiendo una relación que ellos desconocen. En la carta incluye fotos en las que aparece junto a ellos, sonrientes entre canguros y nativos, y les avisa de su próxima visita a Buenos Aires. Ellos jamás han estado en Australia e ignoran a George, ese hombre que parece conocerlos tan bien y que se adjudica la confianza para proyectar un hospedaje en casa de ellos.
El desconcierto se apodera de las conversaciones entre ellos e intentarán evitar el tema, pero más allá de sus esfuerzos la intriga los atrapa y se encuentran dándoles vueltas a las posibilidades de que esa carta tenga un correlato con la realidad. Se arma desde allí una intriga muy simple, pero infalible. Una curiosa cita a Borges en Tlön sirve de epígrafe a La pura realidad: “Es razonable imaginar que esas tachaduras obedecen al plan de exhibir un mundo que no sea demasiado incompatible con el mundo real”. De este modo anuncian el ingreso a un mundo fantástico sin desdeñar el contenido humorístico que surge de la mezcla de lo mundano con lo metafísico.
En el mismo género fantástico existe una tensión respecto de la materia del relato. Es decir, cuanto más se puede retrasar, si no obviar, la confirmación o el descarte racional de los hechos, le exigirá al lector mayor producción de hipótesis y contrafácticos, por lo tanto, mayor intriga. En el centro del relato Correa despliega una batalla, por momentos concientemente protagonizada por los personajes, entre el realismo psicológico y el género fantástico. Ambos de larga tradición en la literatura argentina, y tantas veces cruzados en la literatura local. Este narrador es una buena razón para recuperar el placer por la lectura de ambos géneros. El lector puede recordar la tensión de los relatos más leídos de Julio Cortázar, donde no resuelve hasta el final la explicación psicológica o el compromiso con el fantástico.
Una de las razones para encarar con placer la lectura de esta novela es la prosa agraciada compuesta por las voces crudas de los personajes y el humor que genera sus coloquialismos pasados de moda. El cuadro lingüístico se completa con las frases hechas y los latiguillos de la conversación: “listo el pollo”, ¡pum-para-arriba!, “ni qué ocho cuartos” o “mejor desensillar hasta que aclare”.
El color local que pinta a la pareja en sus preparativos para desenchufarse de la ciudad está muy bien logrado tanto por la forma en que pesa sobre Guille y Nelly, y también por su funcionalidad en la narración. El asadito familiar, las vecinas chusmas, los silencios de la familia con hijos profesionales, las discusiones sin sentido que esconden otra procesión más lenta, y todo es útil para mantenerse en el realismo de la densa Buenos Aires y escapar hacia la fantástica naturaleza del sur. El idioma es el protagonista para generar un efectivo humor que no se despega del discurrir de los personajes. En esa rara combinación logra el mejor humor. Una de las tantas frases hechas que aparecen en la novela podría servir para condensar la contradicción que alumbra la trama y la aparente simplicidad del lenguaje coloquial: “No creo en las brujas pero que las hay, las hay”, acierta Guille en medio de una discusión sobre la veracidad de lo que les está ocurriendo.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.