Tras la muerte de su marido, una mujer de condición social acomodada descubre una avalancha de secretos, casi todos de índole sexual. Con sutileza y a ritmo clásico, Gabriela Massuh construyó en La omisión una novela de costumbres contemporáneas.
› Por Andres Tejada Gomez
Ante la publicación de la primera novela de Gabriela Massuh –La intemperie–, una celebrada crítica sentenció: “Por el momento, no puedo decir que esta novela es la más autobiográfica de Gabriela Massuh, porque es la primera”. Todas las sospechas sobre supuestos datos escabrosos que nos conducían a la perezosa tarea de leer el texto en clave autobiográfica, en este caso se desvanecen. El museo del chisme cede su espacio a una estructura narrativa clásica y tradicional.
La omisión despliega la arquitectura de una novela como “epopeya de un mundo sin dioses”, donde su protagonista central deviene un personaje aturdido en busca de su propia identidad. A su vez, si la novela es un modo singular de representar la dinámica de la realidad social, La omisión no elude semejante compromiso estético.
Matilde Viale, una acomodada señora de clase media alta, descubre, tras el fallecimiento de su marido, un secreto que modifica por completo su existencia. A raíz de la confesión del médico de la familia se entera de haber sido víctima –¿o constructora?– de una vida falsa con un trasfondo oculto. Durante años había estado atrapada en una mentira que la envolvía en un férreo caparazón de apariencias. Joaquín Rossi, su cónyuge, un prestigioso abogado, asistía con frecuencia a bares gays y mantenía relaciones íntimas con varones. A su vez, la causa verdadera del deceso de su marido le había estado vedada a Matilde. De repente, el brusco descubrimiento de toda esa información la lleva a replantearse el sentido de su pasado y presente. Conjeturas, intrigas, dudas, desamparo, celos, desprecio, son los sentimientos que dominan el carácter de Matilde. Deberá afrontar el duelo de la muerte y del engaño. Tendrá que comunicarles a sus hijos una realidad que ella misma no puede asumir sin sentirse extraña y ultrajada. El encuentro con una antigua amiga abre diversos enigmas. ¿Cómo tomar decisiones en un trance tan doloroso? ¿Cómo alguien tan cercano puede convertirse en un ser tan ajeno y distante?
En La omisión nos hallamos frente a un texto que no teme enmarcarse dentro de la estructura del melodrama, ni se perturba por incluir argumentos que nos invitan a reflexionar con agudeza sobre aspectos primordiales de la política actual. No sucumbe a la negligente descripción de las reyertas partidarias sino que tiene como escenario de fondo la imposición del monocultivo de la soja como alternativa única.
Su escritura transita la elegancia y la sutileza, así que no enfatizar la particularidad de su ejecución literaria sería una imperdonable omisión.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux