EN EL QUIOSCO
Recuerdos de cinéfilos
CINE DE SUPER ACCIóN
Diego Curubeto y Martín Peña
Norma
Buenos Aires, 2001
488 págs.
POR PABLO PÉREZ
La televisión actual deja mucho que desear comparada con la de los años setenta. Ésta es una de las conclusiones de Curubeto y Peña en su libro Cine de Super Acción. Cine clásico y de culto en la TV argentina 1961-1993. El mayor elogio lo recibe el viejo Canal 11 que, desde 1961, tras haber asumido ser el canal más pobre de la Argentina, comenzaba a emitir los sábados una colección de películas compradas a bajo precio, en el marco de un ciclo llamado “Aquí Hollywood” y que poco a poco fue derivando en maratónicas sesiones de películas que alcanzaron su cumbre durante los años setenta, en el ciclo “Sábados de Súper Acción”.
Canal 11, por entonces en manos de los jesuitas de la Compañía de Jesús, logra de esta manera ubicarse en la cima del rating, superando a los canales de la competencia con sus programas de costosa producción, como el caso de los “Sábados circulares” de Pipo Mancera (Canal 13). Los demás canales intentan, algunos con más o menos éxito, copiar la idea, con lo cual la televisión de aquella época se convierte en una verdadera escuela de cinéfilos, en la que muchos encontraron el origen de su pasión por el cine.
Los autores de Cine de Super Acción intentan reconstruir la programación de películas en la televisión entre los años 1961 y 1993, tomando como punto de referencia algunas sinopsis, notas y horarios de la programación diaria publicados en la revista TV Guía y otros medios, una gran cantidad de reseñas de los propios autores sobre muchas de las películas emitidas durante estos años, más un interesante análisis de la programación de los ahora llamados canales de aire y su relación con los diferentes momentos históricos y políticos de la Argentina, década por década. Así nos enteramos, entre otros chismes, de que el primer Día de la Lealtad Peronista después de la muerte de Perón, en TV Guía se anunciaba, entre otras películas con títulos “cargados de un posible doble sentido”, La dama y el fantasma; o podemos leer también algunas reseñas escritas durante los años de la dictadura con veladas alusiones al terror de Estado y los militares. El libro cierra con testimonios de gente del mundillo intelectual y artístico sobre las películas que vieron por TV y aún recuerdan, algunos con sustanciosas anécdotas de la infancia: Charly García, Rodrigo Fresán, Dolores Graña y José Luis Tanizaso, creativo del canal Uniseries, por citar algunos. Al final, un índice onomástico y de películas.
Por momentos, el tono del libro es poco consistente y presenta algunos baches y reiteraciones, probablemente fruto de la escritura bicéfala. No obstante eso, resulta un buen trabajo de investigación, gracias al cual podemos ver con otros ojos (empapados de melancolía) “Cine Shampoo” o “La Noche Top”, entre otros decepcionantes ciclos que emiten películas en la televisión abierta de hoy.