Desde la dirección del Centro de Arquitectura, Urbanismo e Infraestructura de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, Mario Gandelsonas organizó un análisis teórico sobre el trazado, la evolución y morfología de un número importante de ciudades norteamericanas. Este arquitecto argentino, socio de Diana Agrest, desarrolló básicamente su carrera fuera del país pero tuvo participación activa en el debate arquitectónico de nuestro medio, en el que la revisión de los conceptos básicos del Movimiento Moderno pareció tambalear allá por la década del ochenta.

Más de dos décadas después y con la edición de su libro Xurbanismo, Gandelsonas reflexiona sobre la ciudad occidental, bautizando con el título de su obra al crecimiento urbano contemporáneo de la ciudad que se expande sobre las áreas suburbanas, que históricamente sólo albergaban sectores de viviendas. Desde la década del setenta en los Estados Unidos surge una nueva tendencia que luego se exportará a otros países, alcanzando su auge en la década del ochenta.

Xurbanismo estudia el fenómeno del corrimiento de las funciones que pertenecían básicamente a los centros urbanos, como oficinas y áreas de trabajo, generando urbanidad de baja densidad. Gandelsonas toma ejemplos como Nueva York, Los Angeles, Boston, New Haven, Chicago, Des Moines y Atlantic City y, partiendo en principio de dibujos desarrollados por él mismo, varía en torno de su morfología y tejido, y de nuevas imágenes surgidas del diálogo entre la huella concreta de la ciudad y el cruce de intervenciones de formas y figuras propias del autor.

Gandelsonas toma la ciudad de Chicago y encuentra distintas instancias, como el efecto de las diagonales múltiples que entrecruzan el plano y el efecto de los cambios topográficos. Entrado en el análisis, Gandelsonas descubre figuras semejantes a una “ballena flotando en el campo liso junto al lago Michighan”. Además cruza autores como Roland Barthes con conceptos de urbanismo y encuentra en las imágenes abstractas de sectores de la ciudad formas surgidas de puntos y contornos que le recuerdan al estudio a modo astrológico del cielo y que denomina constelaciones topográficas.

El libro que Ediciones Infinito acaba de traducir parte de conceptos urbanos y reflexiona sobre el futuro de la ciudad pero rápidamente pasa al plano de mayor creatividad de la obra con imágenes donde prima el valor plástico a la descripción y al análisis netamente urbano: líneas, colores y esquemas conceptuales ilustran un libro que en principio se encuadra dentro de una disciplina con valores y conceptos teóricos pautados desde lo racional.