Sábado, 24 de enero de 2009 | Hoy
Por Matías Gigli
La casa que Le Corbusier proyectó para el Dr. Curuchet y que Amancio Williams construyó en La Plata ya es parte del folklore y la historia de la arquitectura argentina. Esta casa es un santuario para los que estudian o ejercen la profesión, tanto que para facilitar el permanente tránsito de colegas el Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires alquiló esta única obra del maestro suizo en nuestro país y la puso a disposición como lugar de visita. Posteriormente, el Consejo Superior anexó dos propiedades en la misma manzana, que actualmente son sus oficinas.
Pero en casa de herrero, cuchillo de palo: el Consejo Superior del Capba arrancó 2009 con la idea de sumar enemigos al decidir ampliar la sede lindante con la casa de Le Corbusier con un proyecto no consensuado, ni siquiera publicado, y para colmo con arquitectos designados a dedo.
El tema ya enerva a más de un arquitecto, preservacionista o no, y sigue sin encontrar carriles lógicos. Circulan mails de colegas indignados por la novedad de que en los fondos de la Curuchet se va a construir un piso más y que el propietario del inmueble no es un especulador insensible sino el mismísimo Consejo Superior. Todo un episodio surrealista.
Es que dentro del propio Colegio de Arquitectos siempre se intentó por todos los medios preservar esta joyita. Y ahora están pensando en construir en sus inmediaciones sin tener en cuenta lo que significa intervenir en el entorno de un edificio de tan alto valor patrimonial.
En una carta que circula esta semana por las computadoras de los arquitectos platenses y porteños, la arquitecta Virginia Laboranti toma el guante lanzado por su colega Romina Cárdenas y trae a la discusión lo expresado por la Unesco en la Carta de Florencia y en el Memorando de Viena, que dejaron muy bien asentado el valor del entorno de los monumentos y sitios, aclarando que las modificaciones en la manzana pueden llegar a perjudicar una denominación ante la Unesco.
Por otra parte, sigue Laboranti, el Icomos (International Council on Monuments and Sites) y la IFLA (Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas), asesores de la Unesco, deberían estar involucrados si desde el Consejo Superior quisieran hacer las cosas bien.
Coincide también con la propuesta Jorge Luis Rivera, presidente del Distrito IV del Colegio de Arquitectos, que propone pensar en grande al Capba como promotor de un Concurso Internacional de Ideas y Anteproyectos en el que se valorará la mejor propuesta. Además afirma contundentemente que ésta es una oportunidad única en el mundo, una intervención en el entorno mediato de una obra de Le Corbusier. Si se materializa esta convocatoria amplia y plural será un punto importante dentro de la agenda de concursos de 2009. Los arquitectos siguen esperando una respuesta ante el silencio del Consejo Superior del Capba.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.