Satorilab presentó en el Malba los resultados de su último taller con descartes. “La Iluminación”, material e inmaterial, fue el camino que eligieron en esta oportunidad para reflexionar y experimentar.
Históricamente, todos los que se han planteado el significado de la existencia se han hecho esta pregunta. Comprender qué es “La Iluminación” parece haber sido tan valioso, tan importante para lograr la felicidad, que hombres y mujeres de todas las épocas se han dedicado a hallar esa respuesta. Para los más importantes pensadores es la esencia de la verdad. Aún más, es la esencia de la vida.
Para Satorilab, dupla creativa formada por el diseñador Alejandro Sarmiento y la periodista Luján Cambariere, significó un “supersatori”, la esencia de su proyecto. Y la primera vez que ellos, que eligen como disparadores de su experimentación con descartes, valores de la vida, la opción por uno que puede leerse desde su doble significado: material e inmaterial. El físico y el intelectual y espiritual, hasta metafísico, y por qué no esotérico. Porque, como ya sabemos, lo que más le interesa al dúo es cargar de significado la disciplina. Y en una edad única (trabajan con estudiantes de todas las carreras de diseño) despertar en ellos más preguntas que respuestas. Ponerlos en un estado crítico frente a la materialidad que manipulan, el consumo, las nuevas tecnologías, pero sobre todo los valores o dis-valores que propone el mundo en que vivimos.
“En El Poder Secreto de la Luz, Mansukh Patel, reconocido actualmente como el joven Gandhi, explica que la palabra maestro o gurú proviene de dos caracteres sánscritos: gu, que significa oscuridad y ru, que significa disipar. Así que un gurú no es otro que aquel que puede disipar la oscuridad o ignorancia con la luz de su conocimiento”, adelanta Cambariere. Y continúa: “Por eso en la India cada mañana encienden la diva para apelar a su poder transformador, en varias religiones encienden velas para convocar a los espíritus y en las ceremonias antiguas recurren a la llama, el fuego, la forma más ancestral de celebrar la luz”.
“La iluminación –retoma Sarmiento– consiste en experimentar la expansión de nuestra conciencia más allá de sus límites. También se podría decir que la perfecta iluminación consiste en darse cuenta de que no tenemos absolutamente ningún límite, algo que, por otro lado, proponemos en cada uno de nuestros talleres.”
Por eso, parece que esta vez, como también es habitual, no todo versó sobre el valor enunciado. Sino más bien en el rescate de su aparente opuesto: la oscuridad. La luz los llevó a la sombra y en este caso fue un oriental, Junichiro Tanizaki, quien puso en palabras lo que ellos querían manifestar.
Una operación que hacen a menudo en su proyecto. Y sin dudas, lo más rico de sus ejercicios: usar el rescate de descarte material, para recuperar lo más importante: el inmaterial.
El trabajo comenzó en el mes de junio, en el marco de la semana del medio ambiente, con un workshop en el garaje del Museo Malba. Y como materia prima, el descarte de la empresa de cosmética Natura, compañía comprometida desde hace años con la cuestión medioambiental y que apoya desde el 2006 sus iniciativas. Una alianza que ya ha dado numerosos frutos, como la transferencia de algunos de sus productos como Naturito, un robot hecho ciento por ciento con sus desechos, en el marco de un programa social –Marca Cárcel– a las internas de Ezeiza. Premios como el Bid Challenge a la empresa con mayor impacto social positivo y participaciones en los eventos más importantes de diseño del mundo como la reciente Bienal Brasileira de Design en Curitiba.
¿Por qué a Natura le parece importante apoyar una iniciativa donde sus descartes tomen nueva vida? “Entendemos que en la búsqueda sistemática de la reducción de los impactos causados por nuestros productos, debemos invertir en instrumentos y prácticas innovadoras. Nuestro foco constante debe ser la reducción de esos impactos, incorporando aspectos sociales y ambientales en los análisis para la toma de decisión en todas las áreas y procesos de la empresa. De esa forma, invertimos en la vegetalización de las fórmulas y en el uso de sustancias orgánicas. En los embalajes, ofrecemos el uso de repuestos y adoptamos el uso de materiales reciclables y reciclados. En 2009, alcanzamos el mejor índice en el uso de material de origen renovable vegetal de nuestra historia: 79,2 por ciento. Usamos además los conceptos de ecodesign, con los cuales pretendemos facilitar el reciclaje en el pos-consumo. En Natura apoyamos esta iniciativa porque sabemos que el diseño puede brindar respuestas a las necesidades de cuidado del medio ambiente y por eso promovemos, año tras año, esta reflexión y experimentación colectiva”, explica Sabina Saffora, gerente de asuntos corporativos y sustentabilidad de la firma.
A ella en esta oportunidad se sumó la empresa Sanyo, que comienza su camino en este tipo de reciclaje.
Partiendo de esta resignificación, se ligó la noción de “iluminación” a otros conceptos claves como intuición, revelación, creatividad, energía e inspiración. “A la flama, la luz, el sol, el fuego, el aura, el mana de los objetos, que no es otra cosa que su alma”, suman Cambariere y Sarmiento.
A partir de estas conclusiones, se diseñaron diferentes objetos entre lo que se ve y lo que se oculta, lo que se revela, se intuye y vislumbra, las sensaciones que producen la luz y la oscuridad. Surgiendo distintas interpretaciones del tema, que se manifestaron de las formas más diversas que se presentaron el pasado viernes 17 de diciembre en el Malba y continuarán expuestas en febrero en Casa Natura con motivo del lanzamiento de nuevos repuestos que impactan un 97 por ciento menos que el envase original (Uriarte 1554).
Hubo superficies lumínicas como el sistema modular Mandalú, que permite la conformación de mesas, bancos, tramas, veladores y lámparas de pared y piso. Todo tipo de luminarias, la mayoría fabricada con leds recuperando envases plásticos como las Ovni, Trío, Pastillas y Esfera ’80 y las de colgar, Babu o las Alas.
Generadores de sombras como las lianas de papel que funcionan como cortinas o guirnaldas y contenedores.
Variados objetos de luz como los Yosan, luminaria objeto-minimueble de chasis y envases plásticos recuperados. Y los Atomos, pequeñas esporas, esferas lumínicas, para apoyar o colgar.
En plus, algunos juguetes como Gus-ana, una familia de insectos formada por gusanos y saltamontes con plásticos y cables recuperados.
También bijou como la colección Bi-rring, realizada con piezas de la industria electrónica y antiparras Filco.
Muy especiales los muñecos Gorditos Nature, luces testigos para cuartos infantiles ideales para los chicos que no se animan a dormir con la luz apagada, realizadas con envases de la línea infantil homónima. Móviles como el Espejado para reflejar luces internas y externas y hasta un tarot en miniatura.
Era Jung quien decía: “La luz no es solamente una sensación física sino una percepción intuitiva que disfrutamos cuando algo de la naturaleza o cultura nos atrae y hechiza”. Una vez más, estas piezas traen al ruedo cuestiones esenciales con las que bien vale despedir el año y pensar en un nuevo comienzo. Diseño consciente.
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