Sábado, 19 de febrero de 2011 | Hoy
CON NOMBRE PROPIO
Buna, la colección de muebles de exterior de UAU Designo realizada en caucho reciclado.
Por Luján Cambariere
La historia de este proyecto, como la de muchos otros, nace en la universidad. En este caso, en la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba como proyecto de tesis de grado. ¿Los protagonistas? Dos oriundos de la Patagonia, Virginia Filiberto, actualmente residiendo en San Juan, y Silvio Tinillo, en Córdoba capital, quienes, a pesar de los 700 km de distancia que los separan en la actualidad, gestaron y administran el estudio UAU Designo en base principalmente a Buna, una original línea de muebles de exterior en caucho reciclado.
“En la instancia final de nuestra carrera, e investigando acerca de qué tema abordar para la tesis, nos encontramos con esta posibilidad. Como resultado de investigación de antecedentes del uso del caucho, decidimos, básicamente, diseñar muebles con este material, una brecha que vimos con mucho potencial. Así, el proyecto consiste básicamente en transformar un desecho como la viruta de caucho de neumáticos recapados que obtenemos de talleres locales donde se recapan neumáticos de autos, camiones y tractores, nuestros actuales proveedores, en materia prima, proponiendo un material alternativo para el desarrollo de productos de uso cotidiano. Bajo esa idea, y teniendo en cuenta las propiedades que nos brinda el material compuesto de virutas de caucho aglomeradas, como son la flexibilidad, la resistencia a la intemperie y al agua, desarrollamos la línea modulada de bancos y macetas para exterior”, adelantan.
La colección está compuesta por módulos de macetas y asientos que el usuario puede configurar de acuerdo con gustos y espacio. En plus, suman la familia de macetas Bunita y Baby Buna, para espacios más reducidos y para aprovechar, además, el sobrante de material que quedaba al realizar la pieza más grande.
¿La producción? “Manteniendo el concepto de sustentabilidad, sabíamos que con sólo reciclar un material no sería suficiente, por lo que diseñamos un método productivo en donde priorizamos la mano de obra por sobre maquinarias costosas. Los moldes y matrices son simples, no por eso ordinarios. El tiempo que lleva realizar cada pieza depende del tamaño de la misma. El proceso se divide en tres partes. La preparación de la mezcla, la preparación de los moldes y por último el llenado y compactación de los mismos. Así, una Buna está constituida en un 90 por ciento de caucho y un 10 por ciento del material que lo aglutina. Nos aseguramos en nuestra investigación de posibles aglutinantes, que éstos no fuesen tóxicos, resistieran la exposición a los rayos UV y sobre todo realizar muchas pruebas para llegar al equilibrio de proporciones que nos permitiera un material resistente para ser empleado en el diseño de un producto como un asiento. Que no se desgrane y que conserve el color. En todos nuestros productos empleamos pigmentos no tóxicos y resistentes a los rayos UV”, cuentan.
–¿Por qué Buna?
–Es el nombre comercial del material con el que están hechos los neumáticos.
Allá por la época de entreguerras, durante los años ‘30, debido a la escasez del caucho natural, su gran demanda y los bloqueos de la guerra, los alemanes se vieron en la necesidad de desarrollar un material que lo sustituyera. Ante esta necesidad, y como solución a este problema, surge el B-metil-caucho y lo llaman Buna. “Bu” por butadieno y “Na” por natrium, el antiguo nombre del sodio. Hoy, como propuesta de solución al problema ambiental que generó este material, “Buna” cobra otro significado, pero manteniendo la misma esencia.
–¿Cómo es el proceso de reciclaje del caucho? ¿Consume mucha energía?
–El proceso del reciclado de las fibras de caucho consiste en la recuperación de las virutas de los neumáticos que conseguimos en los lugares donde sufren el proceso de recapado (en los talleres de la zona). Este proceso básicamente se les realiza a los neumáticos de camiones y tractores. Estos son muy costosos, por lo que a las empresas de transporte les conviene económicamente recaparlos, o sea, sacarles el viejo dibujo ya gastado del neumático, para colocarle uno nuevo. Lo que nosotros tomamos es la viruta de este proceso, que es basura para estos talleres, y que en la mayor parte de los lugares es incinerada en los descampados, provocando un impacto ambiental severo. La ventaja de este proceso de recapado es que con nuestro proyecto logramos cerrar el ciclo del neumático. Se necesitan 80 litros de petróleo para un neumático de camión, estaríamos aportando primero que nada la solución de recuperar el ciento por ciento del neumático utilizado. Los talleres por un lado, recuperando el 83 por ciento del neumático; y nosotros como diseñadores, recuperando el 17 desperdiciado por el otro. En el proceso de fabricación de la línea Buna, el consumo de energía es casi nula, ya que priorizamos mano de obra-hombre ante las máquinas que consumen energía y son costosas.
–¿Cómo hacen para trabajar a la distancia?
–Nuestra modalidad es sencilla, como muchos estudios que trabajan a la distancia, con planificación, desarrollo y demás información, se trabaja vía Internet, estamos online todo el tiempo, lógicamente con algunos viajes de por medio cuando son necesarios, pero hace cinco años que venimos trabajando con esta modalidad.
–¿Hoy desarrollan Buna y algo más, o están dedicados a eso exclusivamente?
–Hoy estamos dedicados a optimizar el proceso productivo de toda la línea. Obviamente seguimos tirando ideas y tenemos muchas otras cosas gestándose, pero por el momento preferimos poner todas las pilas en mejorar este proyecto, afianzarnos como estudio UAU y seguir desarrollando los trabajos que nuestros clientes nos soliciten.
–¿Cómo es trabajar en diseño desde el interior del país? ¿Vislumbran nuevas oportunidades?
–Diseñar desde el interior del país no es tan distinto a diseñar desde Buenos Aires. Corremos con ventaja de no tener tanta competencia. Además tuvimos la suerte de tener reconocimiento a nivel nacional, al mismo nivel que diseñadores o estudios radicados en Buenos Aires. Por otro lado, sí se nos complica al momento de participar en ferias mucho más masivas, siendo que la mayoría se realiza en la Capital.
En cuanto a las oportunidades, hoy en día el diseño se está abriendo paso a lo largo de todas las provincias; de hecho, en el libro 25 latidos de diseño sustentable aparecen casos de todo el país, siendo la mayoría del interior. Eso demuestra que para tener buenas ideas no hace falta con vivir en la Capital.
* Estudio UAU - Web: www.buna.com.ar
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