Una de las ironías de esta vida porteña es que el macrismo en funciones ande criticando zumbonamente la idea de trasladar el monumento a Colón. Para desgracia del Gobierno de la Ciudad, sin embargo, hoy abundan las cámaras que permiten descubrir las macanas propias. Por ejemplo, estas fotos enviadas por el lector Federico Villapando, que muestran la demolición del Monumento a la Democracia, de Kosice, en la avenida Nueve de Julio, con pala mecánica y lajas de piedra destrozadas a golpes. Así como el macrismo inventó el transplante de árboles en verano, ahora inventó el movimiento de esculturas públicas a golpes.