Ya se sabe que el actual gobierno porteño tiene serias dificultades en respetar la ley, incluso las que el mismo macrismo propone. Fenómeno de superficies y muy dedicado al negocio, el “partido” de Mauricio Macri suele cortar camino cuando quiere, cuando le conviene o simplemente cuando ni siquiera sabe que está infringiendo la ley. Con lo que llega al ridículo, como acaba de descubrir el Observatorio de Patrimonio y Política Urbana en pleno casco histórico de Floresta: el gobierno porteño abrió la sede de la Comuna 10 rompiendo las leyes que protegen el Area de Protección Histórica del barrio.

Como se ve en la foto, el local de Bacacay 3800 fue producido en amarillo PRO, con slogan y tipografía de campaña, que el macrismo utiliza como identidad de la Ciudad. Pero la ley 3507, que crea el APH Floresta, sigue las generales de protección del espacio público, prohibiendo que se instalen marquesinas, prohibiendo que las que ya existan como elemento arquitectónico se usen para publicidad y prohibiendo que los frentes se tapen de cartelería, manía de bazares y de locales del PRO. De hecho, sólo se puede cubrir el cinco por ciento de la superficie de la fachada en la planta baja y sin cubrir aperturas o deformar las líneas del edificio. Como se aprecia sin necesidad de metros, la cartelería de la sede comunal supera por mucho el porcentaje legal.

Por si algún despistado sigue pensando que estas limitaciones son para los civiles y no para los funcionarios, la ley avisa que estas disposiciones “se aplican a la propiedad privada, pública y a la de las personas de derecho público, cualquiera fuere la afectación de sus bienes”. Más de un macrista quebró estas mismas disposiciones al abrir sus locales partidarios, pero que una entidad pública lo haga es francamente exagerado.