Ana Cela es la directora de publicaciones y de la tienda del Museo Fundación Colección Thyssen-Bornemisza de Madrid. Un espacio reconocido por sus innovadoras propuestas que van más allá de la mera fabricación de souvenirs reproduciendo obra de artistas. Abocada a seleccionar y sobre todo encargar piezas de diseño a distintos profesionales de la disciplina y artesanos de todo el mundo, en un cruce que fomenta el diálogo y el intercambio de saberes, el no siempre grato pero crucial oficio de vender, por una que sabe.

–¿Cuál es tu profesión original?

–Realicé mis estudios de Filología Hispánica, rama de Lingüística en la Universidad Complutense de Madrid. Comencé en el mundo de la edición creando, con tres socias más, una agencia de servicios editoriales. Posteriormente trabajé en la editorial de Amnistía Internacional y en la editorial Incafo, para acabar especializándome en catálogos de arte y publicaciones para museos. He trabajado 14 años desde Aldeasa para museos como el Mncars (Museo Centro de Arte Reina Sofía), el Museo del Prado, el IVAM de Valencia, Reales Sitios. Posteriormente, trasladé mis conocimientos de producción editorial al diseño y producción de objetos de merchandising para museos. Desde hace siete años, estoy al frente de la tienda y las publicaciones del Museo Thyssen de Madrid. Mi objetivo es la búsqueda de nuevos productos que le den a la tienda una singularidad especial dentro de las tiendas de museos, así como la consolidación de la tienda on line.

–¿Cómo describirías tu labor en la tienda?

–Variada, divertida, con muchos retos. Puedo estar controlando la edición de un catálogo de exposiciones, buscando nuevos productos en ferias, viendo la producción de una vajilla, revisando el color de una reproducción de un cuadro en un cuaderno, haciendo las vidrieras para la tienda, probando un nuevo producto gourmet, encargando un nuevo mueble o analizando las ventas.

–Me cuentan que vos tenés la particularidad de editar las piezas. No conformarte con lo que ves sino pedir desarrollos especiales... ¿cómo es eso?

–Busco en ferias y curioseo por las ciudades que visito, no sólo en otras tiendas que no tienen nada que ver con nosotros, sino también en ferias de arte, en todo tipo de establecimientos. Siempre busco productos nuevos e intento adaptar tendencias. Huyo de que todos los museos tengamos el mismo lápiz con distinto logotipo. Tengo diseñadores que me hacen una colección completa que luego envío a los distintos fabricantes especializados o un artista me viene con un objeto que me interesa. A todos les pido que sea en exclusiva y que estén inspirados en nuestras colecciones o en los cuadros de la exposición temporal del momento. Para las tiendas de temporales que duran únicamente tres meses también compro productos de mercado relacionadolos con el tema de la exposición.

–¿Qué cosas detectás que los diseñadores o artesanos no conocen a la hora de realizar un producto vendible? ¿Qué aporte sumás vos con esta edición?

–Hay que asesorarlos para que el producto sea además de bonito, comercial. La tienda del museo no es una galería de arte y hay piezas de diseñadores o artesanos que no se aprecian en este contexto al precio que lo tienen que poner. Los dependientes no pueden atender de forma tan personalizada como en una galería y explicar a cada cliente por qué esa pieza es cara y si está hecha a mano y en producciones limitadas. Ponemos etiquetas en el producto que lo explique, pero aun así es complicado.

–¿Cuál es la clave o las claves para que los productos de las tiendas de museo tengan éxito? O la tuya.

–Buscar cosas nuevas. En nuestra tienda funciona muy bien la bijouterie y creo que tenemos cosas distintas e interesantes.

www.museothyssen.org