Con fuertes toques de magia y un estilo personal, Mariana Dumas comenzó a comercializar su propia línea de blanquería y objetos.
Por Luján Cambariere
En un mundo, el del diseño, signado por ciertos convencionalismos, modas y tendencias que generalmente se embanderan detrás de distintas corrientes estéticas, ella es una perla en el camino. Aparentemente sin contaminantes externos, o por lo menos no de los convencionales, va haciendo su propio camino con luz propia. Así, son muchos los que buscando a su esposo, el famoso Gato cocinero, han quedado prendados de su encanto. ¿Qué es el estilo Dumas? Altas dosis de color, ingenuidad, alegría, sutilezas, romanticismo y guiños cómplices al servicio de un diseño lúdico que hoy plasma en una línea de blanquería y objetos para la casa que confecciona en forma totalmente artesanal y personalizada.
Signé Madame Dumas
Cuando uno la ve trabajar en su taller, con el pelo recogido con un sinfín de hebillas, ganchitos y cintas de colores, se asemeja a un duende que encanta todo lo que toca. A pesar de ser licenciada en publicidad y haber trabajado para distintas agencias, es claro que su forma de ser no encaja con los cánones convencionales. Dumas tiene intactas la frescura e inocencia de los chicos y desde ahí crea distintas piezas, desde un mantel, pasando por una lámpara o una muñeca. En sus manos, un género viejo puede transformarse en las cortinas más despampanantes, una araña antigua rejuvenecer hasta convertirse en un delicado diseño para chicos y un delantal de cocina ser un trabajado atuendo.
“Hoy ya somos un grupo de diseño al que le importa el espíritu de las cosas. Con Andrea Perlini, especialista en papel maché, y Connie Copello, encargada de la imagen, el color, la fantasía, la magia y las distintas sensaciones nos sirven para dar vida a piezas que tengan alma. ¿Nuestros materiales? Sobre todo los géneros simples –algodón, denim, lana–, los materiales nobles –hierro, papel y madera– y los detalles –bordados, apliques, festones, pompones y desflecados–”, señala Dumas.
Bolsos en denim con un gran corazón de peluche en el centro y detalles de pompones de lana y figuras de madera con perchas incluida para que los más chicos cuelguen su ropa en casas vecinas, encantadoras muñecas de tela que asoman desde marcos de madera para adornar el más fantasioso cuarto infantil, manteles de cumpleaños en vicky rojo o celeste con estampas de globos, almohadones con flores bordadas y corazones de polar, lámparas de hierro pintadas y adornadas con plumas y flores de papel maché y pasacalles en liencillo pintado a mano con distintos bolsillos donde cada letra del nombre del homenajeado sirve para guardar tesoros o recuerdos varios.
“Esto es muy Agatha Ruiz de la Prada (artista española que apela a ciertas formas –corazones, estrellas y flores– y el estallido de color propios de la infancia), dicen algunos que la conocen. Ella no sabe de quién hablan. No frecuenta la movida del diseño ni sabe de popes ni mandatos. “Decoro desde el corazón, tratando siempre de tender un puente hacia la sensibilidad del otro”, detalla. n
Mariana Dumas: 02322-426-205,
15-4993-8103,
[email protected]