La Asamblea de Inundados de Saavedra, el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Asamblea de Inundados del Barrio Mitre y Vecinos de Vicente Mitre acaban de presentar una denuncia penal contra el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, y el titular de la Agencia de Protección Ambiental, Juan Carlos Villalonga. Los cargos son graves, ya que las entidades hablan de “severas ilegalidades” en la construcción del meneado Metrobús Norte y de la “posible comisión de los delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Este metrobús es el que ya dio que hablar porque implica la demolición del flamante bulevar sobre la avenida Cabildo, muestra de frivolidad si las hay. El trayecto va desde Monroe, en Capital, hasta Villate en la provincia, sobre la avenida Maipú. La denuncia penal es por la “escandalosa” licitación que implica que la Ciudad pague la mayor parte del precio de la obra, gentileza tal vez explicada porque el intendente de Vicente López es Jorge Macri, primo de nuestro Mauricio. Este costo no es poco, porque para menos de 54 cuadras se van a pagar 219.746.343 pesos, unos cuatro millones por cuadra. Del suculento total, Vicente López pondrá apenas treinta millones para las 27 cuadras que le tocan, un buen descuento. La excusa que ponen es que del lado bonaerense hay que construir unos “cuencos reservorios” cuyo precio se ignora, así como qué uso pueden tener para el lado capitalino.

La demanda avanza señalando que la Ciudad arrancó con las licitaciones en base a dos convenios que no fueron validados por la Legislatura porteña y que el informe de impacto ambiental es increíblemente laxo y tolerante. Evidentemente, se evitan “formalidades” para tener la obra lista o en marcha a tiempo para la campaña de los dos Macri.

El Edison. En Nueva York están cada vez más furiosos con la desaparición de algunos de sus bares más viejos y más queridos, algunos también de los mejores. Desde allá arriba hasta están observando con creciente interés la manera en que los porteños defienden los suyos y la alegría de que el Británico, por segunda vez, se salvó de desaparecer. La nueva bronca de los patrimonialistas de la Gran Manzana es que el Hotel Edison, cercano a Times Square, está “limpiando” bobamente su edificio, echando a los bares y restaurantes que le dieron carácter. Primero fue el cierre del bar Rum House, reemplazado por un “lounge” soso. Luego le tocó el turno a Sofía’s, el restaurante italiano que llevaba ahí 34 años. Y ahora, dolor máximo, el Café Edison, que ocupaba desde 1979 el viejo salón de baile del hotel y era un clásico. Resulta que el Café Edison era la base de operaciones del mundo teatral de Times Square –es decir de Nueva York– y era común encontrarse por ahí a Neil Simon o a August Wilson con invitados, actores, técnicos, productores y amigos. Evidentemente, el hotel quiere transformarse en otro más de tantos, pasteurizado y sin carácter, cerrando estos atractores que le daban carácter.

Talas en La Plata. En La Plata están furiosos por la tala indiscriminada y salvaje de los árboles del Boulevard 51. Igualito que el macrismo en la Capital, el gobierno local manda a hacer podas drásticas en primavera y contrata “empresas” que no tienen idea de qué están haciendo. La bronca es tal que un vecino filmó lo que estaba pasando y trató de parar a los que rompían los árboles en condiciones laborales que, como se ve en el video, son penosas. La escena y los desmanes pueden verse en https://www.youtube.com/watch?v=KxTZNeTWN1Q&list=UUNJoVvqktoo9MDMwbj_Q