Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau disputan la Jefatura de Gobierno porteña el domingo próximo. El suplemento m2 les pidió definiciones sobre patrimonio, espacios verdes, alturas máximas y el juicio de Sbase a Basta de Demoler y Sonia Berjman. Aquí sus respuestas, con las ideas –y las evasivas– de cada uno.
¿Cuál es su posición hacia la preservación del patrimonio de la Ciudad? ¿Busca más rigor e institucionalizar su administración o está conforme con el sistema actual?
¿Les pondrá límites a las alturas constructivas en la Ciudad?
¿Cómo se crean espacios verdes en la Ciudad? ¿Se plantea una política de adquirir lotes o terrenos para crear plazas? ¿Mantendrá la idea de construir bares en las plazas?
¿Su gobierno desistirá de la demanda de Sbase contra Basta de Demoler y la arquitecta Sonia Berjman por el amparo en Plaza Intendente Alvear? ¿O va a continuarla?
1 Rodríguez Larreta: El patrimonio urbano de la ciudad es un potencial extraordinario que tiene nuestra Ciudad. Es fruto y reflejo del fantástico proceso inmigratorio del país. Por eso en los últimos años avanzamos mucho en varios aspectos.
Creo que la mejor forma de contar mi posición al respecto es mediante ejemplos de lo que hemos hecho en estos años: enviamos decenas de proyectos de ley a la Legislatura para proteger edificios y crear –por ley– las Nuevas APH (Areas de Protección Histórica), que estaban pendientes de reglamentar desde la reforma del Código de Planeamiento desde el año 2000 (Ley 449); hicimos un convenio con la FADU-UBA mediante el cual efectuamos un relevamiento de todo el patrimonio construido de los barrios, que luego fue revisado por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales. Y como consecuencia de este trabajo enviamos a la Legislatura una media docena de proyectos impulsando la catalogación de cientos de edificios de los distintos barrios de la Ciudad.
Creamos el APH Catedral al Norte, unas de las más grandes de la ciudad, que no sólo protege el área más representativa del patrimonio monumental porteño, sino que junto a las APH 1 y 38 permitieron proteger todo el límite histórico de la ciudad: desde el Parque Lezama hasta Plaza San Martín. También protegimos el sector del Casco Histórico entre el APH 1 y la Av. 9 de Julio mediante la creación de una Zona de Amortiguación, que se incorporó por primera vez al Código de Planeamiento.
Por otro lado encaramos obras emblemáticas como la recuperación Usina del Arte o los actuales trabajos en el Teatro Gral. San Martín. También recuperamos algunos espacios públicos de valor patrimonial como el Jardín Botánico o el Parque Lezama. El hito dentro de esta política de obras públicas fue la restauración del Teatro Colón.
Y por primera vez, quizá desde el Programa de Recuperación de la Av. de Mayo de 1992, la Ciudad encaró un programa integral de recuperación de un área protegida dentro del Plan Microcentro. Allí no solo eliminamos la contaminación visual sino que trabajamos sobre las fachadas, plantas bajas y cúpulas de unos 80 edificios catalogados.
Martín Lousteau: Desde ECO consideramos que el patrimonio es una de las grandes riquezas de esta Ciudad, y que la modernidad no es hacer todo de nuevo sino también preservar lo existente. Durante esta gestión, hubo muchos cuestionamientos sobre persistentes demoliciones que se convirtieron en moneda corriente, que involucraron el reclamo público de vecinos, las ONG y patrimonialistas porteños.
En este sentido, hoy más que nunca es necesario cumplir con el inventario de edificios que gozarán de protección de aquí en adelante. Vamos a reglamentar el fondo de estímulo para la recuperación de edificios catalogados, cuya no implementación nos privó de disponer de recursos destinados a proteger y restaurar inmuebles protegidos, y asignarles fondos a sus propietarios con ese destino.
Queremos un Estado que defienda lo público. Y la cultura es un patrimonio de todos que debemos preservar, aplicando políticas concretas destinadas a defenderla, que sean independientes de los intereses inmobiliarios. Porque con la destrucción de nuestro patrimonio, se demuele nuestra historia, y lo grave es que esto ocurre con el beneplácito del Estado.
2 Martín Lousteau: La Ciudad ya cuenta con normas que limitan las alturas constructivas en cada zona de acuerdo al terreno. Lo que hay que hacer en lo inmediato es cumplirlas y dejar de autorizar obras que exceden al código a través de excepciones.
Luego hay que pensar qué Ciudad queremos, cómo queremos de-sarrollar el tejido urbano, y a la vez preservar la identidad de cada barrio. La CABA es una ciudad que no crece en población y cada vez se concentran más geográficamente los metros construidos. Es una Ciudad que ha perdido espacios verdes y en la que la construcción privada es desordenada. La mayoría de las veces, las oportunidades de ganar espacios públicos se pierden favoreciendo negocios inmobiliarios. Esto hay que revertirlo. Una de nuestras propuestas de campaña es subsidiar la tasa de interés a un dígito para otorgar 3300 préstamos hipotecarios al año, priorizando las zonas menos densamente pobladas.
Rodríguez Larreta: En los últimos años avanzamos en la elaboración de un proyecto de ley para la reforma al Código de Planeamiento Urbano, que trabajará sobre la ciudad real y heterogénea en la que vivimos. Probablemente será una herramienta útil poder regular las alturas en algunos barrios y avenidas que todavía mantienen perfiles urbanos, a fin de preservarlos.
3 Rodríguez Larreta: Si bien existen casos donde creamos nuevos espacios verdes mediante la adquisición de lotes, como en Boedo o Villa Real, nuestra Ciudad también presenta otras oportunidades para incrementar los espacios verdes como los entornos de las vías ferroviarias y otros terrenos en desuso. Por otra parte, lo que hicimos por ejemplo en el Microcentro, demuestra que se puede incrementar el verde urbano que acompaña las obras de peatonalización, que aumentan el espacio público ganando espacio a los autos particulares. Otra de las formas de generar mayores superficies verdes son la creación de muros, techos o terrazas verdes que se han estado realizando en distintos puntos de la Ciudad.
Respecto de los “bares en plazas” son en realidad Núcleos de Servicios para aumentar los servicios públicos a los usuarios de los grandes parques y están regulados por una ley sancionada por la Legislatura. Estos sólo se van a poder construir en espacios públicos de más de 5 hectáreas, alejados del perímetro exterior del parque donde puedan haber locales existentes. Es importante tener en cuenta que el sector de confitería es solo una parte menor de los metros cuadrados cubiertos totales, y lo más importante es que se incorporan sanitarios para adultos, niños y personas con movilidad reducida y una biblioteca dentro del Núcleo.
Martín Lousteau: La Ciudad hoy cuenta con 6 m2/habitante de espacios verdes, un nivel bajo en comparación con otras ciudades del mundo. En los últimos años además se han perdido estos espacios de manera sistemática, a partir de concesiones, muchas veces a precios irrisorios, proyectos inmobiliarios, creación de shoppings y cambios de zonificación de las urbanizaciones parque, que es la denominación que estos terrenos tienen en el Código de Planeamiento Urbano.
Para trabajar sobre este problema, una de nuestras propuestas es la rezonificación de espacios asignados actualmente por el Código de Planeamiento a otros usos, incorporándolos como parques y no permitir rezonificaciones de los espacios verdes con los que se cuenta actualmente. Pero además según un relevamiento realizado por la Asamblea por los Espacios Verdes Urbanos (Apevu), podríamos incrementar la superficie de parques y plazas en casi 1 m2/habitante con la reconversión como espacios verdes de las tierras del dominio público del Estado nacional.
Se requiere encarar la temática con una política de estado a largo plazo a través de un plan estratégico. El mismo se debe focalizar en propiciar que todos los grandes parques tengan un plan de manejo con participación comunal y vecinal. En los casos que la ley prevé la creación de bares en plazas, por contar con más de 50 mil metros cuadrados, nos aseguraremos en primer lugar de la transparencia en quienes comercialicen en los mismos y en segundo lugar en el cumplimiento del ofrecimiento de todos los servicios previstos en la legislación, por medio del control con guardaplazas y guardaparques. Además nos aseguraremos el mantenimiento permanente y la mejora de la totalidad de los espacios verdes sin disminuir su superficie absorbente.
4 Martín Lousteau: Estamos en total desacuerdo con demandar judicialmente a organizaciones de la sociedad civil que representan intereses colectivos y cuyas demandas han sido receptadas y aceptadas por la Justicia (recordemos que como consecuencia del amparo el GCBA no se pudieron seguir con las obras en la Plaza Alvear, obras que además no estaban previstas en plan original). Una cosa es apelar la decisión de la Justicia con argumentos de política pública y otra muy diferente es demandar a los amparistas y a la ONG por daños y perjuicios y buscar un resarcimiento económico de casi 24 millones de pesos. Ellos solo puede funcionar como un desincentivo al control y participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
Rodríguez Larreta: Eso ya está en manos de la Justicia que es la que debe actuar en estos casos.
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