“Journeys from the South” fue el desembarco argentino en el museo de arte y diseño más importante del mundo y superó las expectativas. Exhibiciones, workshops y performances dando cuenta de lo nuestro en el Friday Late, su evento más convocante.
POR LUJAN CAMBARIERE
Tres cuadras de cola para entrar, la muestra de Alexander McQueen en sala, hall principal, galerías y jardines a estallar de gente y, principalmente, efervescencia y adrenalina de saberse en el museo más importante para el diseño del mundo: todo auguraban una tarde-noche de Friday Late (jornada extendida de 18 a 22) que ya era una fiesta. Aunque el devenir superó ampliamente las expectativas.
Por empezar ya era mucho, muchísimo poder participar con materiales, tradiciones, ritos, folklores, música, raíces venidos del Sur del Sur en el Victoria & Albert. Es el museo más bello y completo del diseño es un edificio victoriano en South Kensington, Londres, de 45.000 metros cuadrados y 145 imponentes salas. El lugar atesora el mayor acervo de artes aplicadas, cuatro millones de objetos entre piezas de cerámica, muebles, moda, cristal, joyería, fotografía, escultura, textiles y pintura de colección de artes decorativas europeas, hindúes, chinas, coreanas, japonesas e islámicas, entre otras. Y aquí estábamos con una actividad argentina nada más ni nada menos que en uno de los Friday Late, el día especial que dedica el museo todos los últimos viernes de cada mes a que el público tome contacto directo con las diversas disciplinas, participando de talleres, performances y charlas con los propios creadores.
Así, el 31 de julio fue el segundo día alguna vez dedicado íntegramente a un país (el primero fue Corea), curado por Jennifer Zielinska, Argentina fue protagonista de una movida empujada por la Embajada Argentina en Londres, a cargo de dos mujeres que hace tiempo comparten la certeza de que la cultura es la mejor herramienta: la embajadora Alicia Castro y la encargada de asuntos culturales Alejandra Pecoraro.
Así se pasaron los ingleses toda la tarde. Ya en el hall principal que es hermoso y absolutamente imponente con una lámpara de cristal soplado del escultor Dale Chihuly de once metros de altura, recibía uno de los platos fuertes de la noche: el altar de Ekekos de la reconocidísima dupla artística formada por Leo Chiachio y Daniel Giannone.
“Nosotros visitamos en viajes anteriores el V&A y tuvimos un enamoramiento por todo lo que representa para el arte, moda y diseño. En el primero ya quedamos fascinados con la pieza de Chihuly del hall central y cuando recibimos la invitación para participar en la Journeys from the South no dudamos en imaginarnos abrazar y rodear con guirnaldas multicolores de papel esta maravillosa obra y construir en el centro un altar para entronizar a nuestros Ekekos de porcelana pintada, como símbolo de bienvenida y bendición. Así, al finalizar el montaje realizamos la ‘chaya’ o bendición del evento con un lanzamiento de polvo cósmico o papel picado que replicamos varias veces”, cuentan.
Mientras, en la sala donde realizaron el taller montaron una instalación de dibujos con marcador sobre nylon, una gran selva en donde posan con la mirada de frente como un retrato de familia del siglo pasado. Una familia aborigen con su hijo-perro-mascota Piolín. “Esta selva poblada de grandes flores, hojas y animales se podía rodear y ver a través de ella. Por momentos parecía que se tragaba a los visitantes. Algunos jugaban a ser pájaro, mono y algunos otros elegían dar vida y color a nuestra caras superponiéndose a nuestro dibujo”, detallan.
El enorme dibujo funcionaba como génesis de un bordado que estaba ubicado al ingreso de la sala. Las dos obras, dibujo y bordado, fueron el disparador del taller. “Invitábamos a los presentes a ser parte de una gran creación colectiva: dos paños de nylon gigantes fueron totalmente dibujados por los participantes. Para fomentar la participación disponíamos de dibujos de flores y hojas de diferentes medidas que realizamos en Buenos Aires y llevamos a Londres para colocarse debajo del nylon a modo de calco”, aclaran. “La experiencia superó ampliamente lo esperado. Una vez más el arte nos permitió comprobar que una actividad lúdica o una ofrenda festiva borra toda barrera idiomática y cultural. Por otros momentos un enorme sentido de orgullo de ser parte de este gran evento. Estar mostrando el trabajo que uno hace en un museo de tal talla, que miles de personas conozcan nuestro trabajo y se dispongan a ser parte de esta gran fiesta sólo fue posible porque hubo una voluntad colectiva para que ello suceda. Un motor en donde el rol de la Embajada Argentina fue vital para que esta fiesta fuera un éxito”, rematan.
A un paso, en otra de las gigantescas salas, se pasaba sin escalas de los ekekos a una milonga porteña gigante orquestada por Luciano Brizzi, argentino residente en Londres, fundador de Tango The Light. Emocionante ver a cientos de profesionales y amateurs abrazados por nuestro dos por cuatro.
Volviendo al diseño, Alexandra Kehayoglou, renombradísima últimamente entre otras cosas porque una creación suya formó parte del último show del diseñador Dries Van Noten en París, hizo posible que los visitantes caminaran a lo largo de sus Senderos. Ahí estaban nuestros pastos en versión maxialfombra, una bella Pampa tejida con la que rinde homenaje a nuestro paisaje. También por el camino del textil, pero esta vez para la confección de prendas que unen artesanía y diseño, se presentó el Loom Boom Collaboration Project. Un documental de Miranda Castro (publicista con master en Producción de Medios de Moda en London College of Fashion), filmado en Buenos Aires y San Juan, una de las provincias donde se ha mantenido la tradición del telar. La película explora el uso de esta técnica ancestral, resaltando el valor de su tradición, los materiales nativos y el proceso creativo emprendido por la reconocida diseñadora de moda Julia Schang Vitón y la artesana textil Miriam Atencio en la creación de prendas contemporáneas para una colección cápsula que también fue expuesta en el museo.
Mientras que los arquitectos jujeños Carlos Gronda y Arturo Tezanos Pinto presentaron sus Pacha Munachis. Una instalación formada por una serie de muñecas de madera inspiradas en la pacha (tierra en quechua), que reinterpretaron de forma contemporánea haciéndolas de formas más andróginas y robóticas. También fueron de la partida, la reconocida artista conceptual Amalia Pica con una conferencia sobre su trabajo que explora la metáfora, la comunicación y la participación cívica a través de dibujos, esculturas, impresiones fotográficas a gran escala, espectáculos en vivo e instalaciones. Y en los bellos jardines del museo dieron el presente las rayuelas del artista César Baracca, una instalación lúdica inspirada de la novela de Cortázar que compartían escenario con los paisajes sonoros, composiciones audiovisuales en vivo del artista sonoro Nicolás Melmann, quien combina distintas dimensiones musicales electrónicas analógica con instrumentos acústicos.
En lo personal, imposible no contarlo en nombre propio, ya que fue un sueño que llegó sin siquiera haberme animado a soñarlo, y con mi investigación y trabajo más personal. La posibilidad de dar mi taller ‘Muñecas Talismán’ basada en mis investigaciones antropológicas sobre las muñecas como talismán y su relación con la intuición femenina en ese marco a más de cincuenta personas (hombres y mujeres) repartidas en tres turnos desde el inicio al cierre del evento. Acompañada para la ocasión por la materialidad de Manto Abrigos, etiqueta creada por Clara de la Torre y Diana Dai Chee Chaug, pionera en el desarrollo de indumentaria y objetos por manos artesanas con mirada contemporánea, quienes desarrollaron toda la materialidad del taller. Indumentaria y todo tipo de accesorios, contenedores y objetos como los bellísimos animales (burrito, puercoespines) portaherramientas y alfileteros. Todos realizados en pura lana de oveja y llama hilada y teñida a mano, tejida en telares manuales y estampadas con serigrafía con sus propios y originales diseños.
Así, el Friday Late evidenció que cuando se habla de valores esenciales –pasión, intuición, instinto, infancia, raíces, juego– el lenguaje es el mismo. Demostrando una vez más que la cultura definitivamente es el mejor puente para conocernos y reconocernos.
Eso me llevo de regalo de esta increíble experiencia. Que es personal pero por la enorme dimensión y significado, fue compartida por muchos.
Creo que todos nos reconocimos en cada una de las personas –hombres y mujeres que con entusiasmo participaron de nuestras actividades– y creo que todos ellos nos reconocieron, instruyéndose previamente de quiénes éramos y lo que hacíamos. Un regalo, un antes y un después en muchos sentidos, porque en los años que llevo de trabajo como periodista o como protagonista de mis propios proyectos de diseño, los argentinos nunca pisamos de este modo estos suelos. Hoy no tengo más que palabras de agradecimiento por mí y por el colectivo que sintió gracias a esta iniciativa que aún estando lejos se puede.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux