Desde La Simultánea, la escultora Laura Rabih y el arquitecto Claudio Zlotnik despuntan el vicio por la resina.
Por Luján Cambariere
La escultora Luciana Rabih y el arquitecto Claudio Zlotnik se conocieron a través de la hermana de ella y ahora son cuñados. Las reuniones familiares los encontraban siempre hablando de su material predilecto: la resina. Material con el que Luciana, después de haber estudiado con los maestros Leo Vinci, Juan Carlos Distéfano y Nicola Constantino, hacía sus esculturas. Y que Claudio, quien trabajaba en diseño interior, admiraba pero no veía incorporado en las viviendas del modo que él quería.
“Particularmente, me parece el material del futuro por lo versátil, ilimitado y enigmático. Da color, transparencia, brillantez u opacidad, firmeza o fragilidad, suavidad o aspereza. Imita a la piedra, al vidrio o al mármol, según cómo se lo trabaje, aunque aquí no esté del todo explorado”, explica Zlotnik. Ellos se pusieron esa meta. Y hoy, su etiqueta, La Simultánea, ya ostenta más de treinta piezas donde combinan la resina poliéster con una selección de materiales tan diversos como cuero, madera, aluminio y venecita. Así como mediante la inclusión de plumas, piedras y mostacillas. Tablas multifunción, posavelas, macetas, cajas, portarretratos, espejos, ceniceros y floreros donde priman el color y las líneas puras.
Delirios de princesa
“Caprichosa y falluta. Traicionera y difícil”, así la definirá también Rabih, para quien su proceso de gestación se asemeja al de un laboratorista. “Si no está bien trabajada se rompe, se quiebra o se arquea. Por eso muchos le temen o no se le atreven”, cuenta. “Si no se cuida rigurosamente los pigmentos o los componentes con las que se la combina, suele ser muy alcahueta”, suma Zlotnik. Aunque bien tratada es única. Es por esto que el seguimiento personal en la investigación técnica y en el proceso de producción, desde la creación del molde y el prototipo hasta la terminación final, es uno de los fuertes de su obra.
¿El color? “Varía según la estación. Verde seco, celeste y gris humo para el invierno, y fucsias, turquesas y naranjas para el verano”, detalla Rabih, aunque siempre es vibrante. ¿A futuro? Seguirán buscándole nuevos novios a la resina –combinaciones con madera, mosaicos y aluminio– aunque ella seguirá siendo el centro de sus desvelos.
“Nuestro concepto de diseño es definido por líneas simples y cuidadas que permiten apreciar el material con toda su potencia. Pretendemos que cada objeto refleje la síntesis entre la forma y su función transmitiendo mediante distintas sensaciones cromáticas y táctiles su propio universo creativo”, rematan.
* Madero 1790, Vicente López,
4718-2086, www.lasimultanea.com,
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