A partir del miércoles está abierta la inscripción para el tercer concurso de fotografía sobre patrimonio Art Déco y racionalista, que organiza AdbA, integrante de la International Coalition of Art Déco Societies. La idea está abierta a profesionales y aficionados pero debe centrarse en honrar y valorizar ese estilo en piezas de arte, arquitectura, ornato o monumentos. Se pueden presentar imágenes de estas piezas en cualquier país de las Américas, sean de interiores o exteriores, totales o de detalles. Hay que recordar que la sorpresa es un elemento a favor en el concurso: hay piezas racionalistas argentinas realizadas hasta en adobes. Para inscribirse y enviar las fotos se puede visitar hasta el 30 de septiembre la página www.artdecoargentina.com.ar y buscar el botón del concurso. De paso, se pueden ver los ganadores de los concursos anteriores. Las fotos premiadas serán subastadas para el Hospital de Niños Pedro de Elizalde, como ya es tradición.

Igualmente interesante es la muestra que inaugura este jueves el Museo de la Ciudad, fundado y dirigido por tantos años por el inolvidable José María Peña. El tema esta vez es la segunda parte del “Lo último en tecnología”, que toma el tema de “más chicos, más livianos y más baratos” exhibiendo electrodomésticos y aparatos de consumo producidos entre 1940 y 1970. Esas décadas fueron una revolución en el diseño y fabricación con el reemplazo de la madera, la bakelita y los metales ferrosos por el plástico y el aluminio. A la vez, es la era del transistor y la gradual miniaturización de máquinas como la radio, y del progresivo abaratamiento de artículos como las máquinas de escribir y los televisores.

De hecho, estas décadas marcan un nuevo uso de la electricidad en el hogar, que antes servía apenas para iluminar y conectar una radio. Esto explica la parsimonia de enchufes en las viviendas más viejas, inocentes de computadoras, televisores y cargadores de celulares. Entre los más de cien objetos exhibidos se pueden ver las primeras cámaras fotográficas y de cine realmente para aficionados, por simplicidad y precio, y una evolución de la industria nacional.