CON NOMBRE PROPIO
Tangerine en las nubes
El grupo Tangerine preparó el nuevo mobiliario aéreo de British Airways, asientos inteligentes y ergonómicos de alta tecnología y diseño audaz, que se disponen en decoraciones de Kelly Hoppen, como livings.
Por Luján Cambariere
El diseño llega a las nubes. La compañía aérea British Airways estrenó una nueva ambientación y mobiliario que sigue las últimas tendencias en interiorismo, crean espacios privados y rodean al viajero de detalles de confort y diseño insólitos en un avión.
Las nuevas formas de habitar el hogar hablan de casas policéntricas con multiespacios donde se duerme, come o estudia de forma indistinta. British invirtió más de 320 millones de dólares para crear este tipo de salones en el cielo, con el objetivo de que los viajeros de negocios puedan dormir, trabajar y, sobre todo, relajarse a 10.668 metros de altura.
“Independientemente de la aerolínea o la clase, viajar en avión suele ser siempre estresante. Por eso, para minimizarlo analizamos a grupos de viajeros y sus hábitos durante el vuelo. Todos expresaron su deseo de dormir con comodidad, espacio y sobre todo intimidad”, cuenta Andrea Rulli, ejecutiva de marketing para América Latina de la compañía.
British le encargó a Tangerine, un grupo de expertos en ergonomía del Reino Unido, la creación del primer asiento diseñado como un sillón con apoyapiés de altura ajustable, que al toque de un botón se convierte en una cama completamente horizontal de 1.83 cm de largo. Para recrear un living, los asientos están agrupados en pares, uno orientado hacia el frente y otro hacia atrás. Todos están equipados con tomas eléctricas y varios controles accesibles, incluyendo soporte lumbar, apoyos ajustables para la cabeza y una especie de biombo individual que se puede abrir o cerrar a gusto, proveyendo intimidad. Pantalla de video, audio con varios canales, teléfono y hasta lámpara con dimmers individuales completan la apuesta de este Boeing 777, el avión más moderno de la industria.
Apelando a los cinco sentidos
En sintonía con las corrientes más vanguardistas en diseño, este living aéreo también apela a los cinco sentidos. La decoración corrió por cuenta de Kelly Hoppen, reconocida diseñadora de interiores inglesa, que abreva en revestimientos en madera de nogal y cuero Connolly, cortinados y almohadas de puro algodón con borde Oxford, mantas de cachemira, pintorescas fotos de tripulaciones de los años ‘50 y ‘60 en blanco y negro –época de glamour en la aviación– y un sinfín de detalles (esencias y flores) basados en la aromaterapia.
“El espacio es contemporáneo-clásico y acogedor. La idea fue apelar a la máxima innovación para brindar confort”, suma Rulli. Como remate, la alta cocina a bordo llega en vajilla de porcelana Wedgewood y los kits de aseo personal tienen productos –jabones, dentífrico y cremas– de Molton Brown, una de las marcas más chics de la cosmética inglesa.
Por último, para que el trasbordo desde este mundo de ensueño en las nubes a tierra no sea tan traumático, implementaron el concepto de “terrazas”. Salones abiertos con mobiliario que apunta a brindar distintos servicios que van desde belleza y spa, bar, café, bibliotecas, oficinas virtuales, áreas de recreación para chicos y minigimnasios, hasta la versión “santuario”, un área zen, íntima y confortable, con luz tenue para relajarse.