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La Secretaría de Cultura porteña acaba de presentar la primera de una proyectada –o soñada, o pensada– serie de guías del patrimonio cultural de la ciudad. Es un bello producto, bien presentado y práctico, que no se pisa en absoluto con las tantas guías “privadas” que nos deparó el boom turístico.
La Guía del Patrimonio Cultural no es una guía de espectáculos ni una de arquitectura patrimonial. Es un catálogo ecuménico de lugares históricos, simbólicos y notables porteños, que no necesariamente están catalogados, son monumentos, tienen protección, o se la merecen.
En las casi 300 páginas del libro hay 194 lugares o edificios, mostrados en 400 fotos, que van de la Casa Rosada a los galpones del mercado Dorrego, pasando por la fábrica Canale y la librería Fernández Blanco. El ecumenismo hace que aparezcan edificios cuestionables –como la abominación cementicia del Banco de Londres, hoy Hipotecario– y asombrosos, como las Galerías Jardín. Recordemos, no es una guía de patrimonio.
Un buen catálogo es ordenado, y ésa es una las virtudes de esta guía. Las secciones incluyen la arquitectura civil –a su vez, dividida en institucional, de educación, financiera, cultural y deportiva, comercial, galerías, sedes sociales, oficinas, hoteles, residencias–, religiosa, industrial, museos, monumentos y torres, parques y jardines, y zonas arqueológicas. También hay recorridos, como el eje de Avenida de Mayo o la zona de Alvear-Recoleta.
Cada página toma un lugar o edificio, con por lo menos una foto, un breve texto descriptivo e histórico, un mapita de ubicación y una ficha con autor, fecha, función original y actual, y grado de protección.
La próxima guía, en la que ya se trabaja, estará dedicada a un concepto que la Secretaría de Cultura defiende con energía, el del patrimonio intangible, el de usos y costumbres. Esta primera será puesta en breve, cuando el gobierno porteño complete los complejos pasos para poder cobrar una publicación y ponerla en librerías. Mientras tanto, el tomo será distribuido ampliamente a escuelas e instituciones. Es un aporte importante para uno de los andamiajes que hacen a la protección del patrimonio y la cultura de un lugar, la bibliografía.