Ser moderno
En el pabellón de exposiciones de la FADU se exhibe un homenaje a la obra de Horacio Baliero.
Por Matias Gigli
Después de muchos años se puede apreciar gran parte de la extensa obra de Horacio “Bucho” Baliero, en la sala de exposiciones de la Facultad de Arquitectura. Poco difundida por los medios gráficos, la obra de Baliero, docente de varias décadas de estudiantes de arquitectura, recibe este homenaje que describe su labor en el campo de la arquitectura y del diseño.
La muestra consta de croquis a lápiz y acuarela de gran belleza, planos extraídos de documentaciones de obra, documentos fotográficos en blanco y negro, maquetas y diseños de muebles. Correctamente curada por Néstor Otero, su programa tiene escritos de Víctor Bossero, Eduardo Leston y Justo Solsona.
Su arquitectura: en sus proyectos tienen lugar las ideas simples, el sentido de las proporciones, los espacios acotados, los llenos y los vacíos. El exhaustivo análisis de los usos y las relaciones que existen en los edificios describen a un Baliero siempre atento a organizar una arquitectura que responda correctamente a las funciones que le son requeridas. Sin necesidad de requerir de elementos suntuosos, valora y revitaliza materiales como el ladrillo, la madera, el revoque.
El principio: desde fines de la década de los 50 un nutrido y entusiasta grupo de jóvenes arquitectos formó el estudio OAM –Organización de Arquitectura Moderna– constituido originalmente por Francisco Bullrich, Chiquita Cazzaniga, Carmen Córdova y Eduardo Polledo; se ampliaba con la presencia y colaboración de Din Goldemberg, Ernesto Katzenstein, Jujo Solsona, Manolo Borthagaray, Tomás Maldonado, Petaca Clusellas, Ennio Iommi y Alfredo Hlito entre otros. Ellos construyeron un espacio para la arquitectura y la plástica moderna en nuestro país.
La revista Nueva Visión, que Baliero dirigiera fue un aporte que trascendió nuestro medio.
Sus proyectos: ganador en los años 60 de los concursos nacionales para el Colegio Mayor Argentino, en la Ciudad Universitaria de Madrid y el Cementerio de Mar del Plata junto con su mujer Cármen Córdova, ambas obras responden a líneas generatrices de curvas armando paisajes de gran riqueza.
Asociado con Cármen Córdova, Ernesto Katzenstein y Casares Ocampo, Baliero proyecta los restaurantes y la administración para el Parque Industrial OKS, en Pilar en la década de los 70, edificio de ladrillo de gran simplicidad y con una notable integración con la naturaleza.
En años más recientes una serie de casas en Uruguay retoman la temática de volúmenes simples y la relación con los exteriores, los que Bucho maneja de manera brillante junto con Katzenstein en Punta del Este y posteriormente con Mariano Clusellas en Colonia.
Entre los últimos proyectos cabe destacar el proyecto del Museo de Ciencias para Niños en Puerto Madero, realizado en sociedad con Fernando Jaime y Daniel Rizzo.
Actualmente, acompañado por Lida Neuman, la docencia y las largas charlas con amigos y alumnos describen a un Baliero crítico y lúcido que lo sitúan en el epicentro del pensamiento arquitectónico de nuestro medio.
Pabellón, el mismo horario
de la FADU.