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Como parte del auge de entrecruzamientos de facultades del exterior con las nuestras, se generó un encuentro de análisis y diseño urbano. La idea era entender la ciudad como un objeto complejo y vivo en donde es posible volcar ideas de otros campos del conocimiento, no sólo para resolver problemas de funcionamiento. Ahora que se terminó el primer encuentro en Buenos Aires entre los alumnos y profesores de la Universidad de Palermo y docentes del Instituto Federal de Tecnología de Zurich, la historia seguirá con el desarrollo de los temas. Cada uno en su ciudad.
Julián Varas, argentino y emigrado a Suiza, organizó este encuentro, que ya fue publicado por los suizos. Por la universidad argentina estuvieron Eduardo Leston, Claudio Ferrari y Daniel Becker, y los invitados fueron Sebastián Khourian, Ciro Najle e Iluis Ortega.
El tema: ¿cómo generar un estudio de la génesis urbana desde la forma? Después de años en que las intervenciones urbanas generaban marcas de casi imposible cicatrización, el encuentro entre las instituciones suiza y porteña se plantea analizar temas urbanos con una mirada vinculada con materiales y disciplinas ajenos a conceptos clásicos del urbanismo.
El ejercicio empezó sensibilizando a los alumnos en el estudio y decodificación de varias frutas y verduras tomadas como casos de estudio. Apios, mandarinas, naranjas y zanahorias fueron seccionadas y se convirtieron en materia de análisis. Después se tomaron ciudades y sectores de ellas como una segunda instancia de análisis.
En una segunda fase se estudiaron casos de morfogénesis urbana en donde se vieron planos de La Plata, de la Broadacre City diseñada por Frank Lloyd Wright, la propuesta de Le Corbusier de una ciudad para 3 millones de habitantes y la trama de Detroit.
Los alumnos Lorena Mariani, Tomás Islas Casares y María Cecilia Cambece organizaron cuadros con diferentes códigos de rangos de visión en el circuito lineal de la ciudad de Las Vegas y se planteó el estudio de visibilidad tanto en planta como en altura.
Por otro lado, el grupo de Octavio Bunge, Ariel Basualdo y Emilio Cisterna codificó diversos fenotipos y mapearon calles con la idea de entender tanto las modificaciones topográficas en casos de ciudades con situaciones montañosas o vinculadas con un río.