Equipamiento urbano para Buenos Aires
Por Matías Gigli
Tomando como guía al Manual de Reglamentación del Programa de Identidad Visual del GCBA se llamó a un concurso de mobiliario urbano para Buenos Aires. La renovación de varios de los objetos que hoy conviven con la gente en las veredas es más que necesaria. Buenos Aires, entre otras tantas cosas, tiene una de las colecciones mas grandes del mundo en materia de diseños de kiosquitos y elementos instalados en la vía pública.
El llamado será un éxito si se logra revertir la curva de inversión en nuevos soportes para publicidad vial. Si, por el contrario, las nuevas paradas, kiosquitos para flores, turismo, tótems indicadores, entre otros objetos, serán una mera excusa para sostener más manifiestos, mejor es no haber hecho nada.
Ejemplos abundan y el último, como todos nos acordamos, es la brillante idea de haber diseñado e instalado bebederos en las esquinas con cartel luminoso como soporte.
Desde las bases elaboradas por la Subsecretaria de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable como promotores y la Sociedad Central de Arquitectos se elaboraron once escenarios urbanos típicos, los cuales los equipos de arquitectos, diseñadores gráficos e industriales debieron resolver diseñando sus propuestas.
Leyendo las bases se desprende que los nombres de las calles dejaran de sostener el 25 por ciento de publicidad que actualmente tienen, y eso es un elemento positivo en la actual situación de caos visual de nuestra ciudad. Las nuevas cabinas para esperar colectivos, si bien mantendrán un gran espacio publicitario, no cargarán tanto como lo hacen hoy en día.
Desde la información gráfica, una gran ciudad como Buenos Aires necesita un constante mantenimiento y ahora se prevé montar planos que ubiquen a los transeúntes en un radio de diez cuadras a la redonda, circuitos de las líneas de colectivos y señalizaciones de taxis y puntos de interés.
Sin embargo, será muy difícil por motivos de presupuesto y de tecnologías al alcance de la mano poder revertir el rápido deterioro por el uso intensivo y el vandalismo que sufren en la actualidad los elementos urbanos. El record histórico se lo llevaron las barandas de acero inoxidable para ayudar con el descenso de discapacitados sobre la Avenida Corrientes, rápidamente robadas. Esperemos que ahora los materiales no sean mirados con ojos de desguace.
Un dato por lo menos extraño es la imposición de generar una línea de cartelera apta para ser montada en el Casco Histórico de la ciudad. ¿Es que se pretende un diseño neocolonial?
Todo sea por tener las veredas más despejadas.