Sábado, 1 de octubre de 2005 | Hoy
NOTA DE TAPA
Nueve empresas productoras y nueve estudios de diseño compartieron una experiencia de creatividad aplicada, buscando cerrar la brecha entre ideas y comercialización. El tema se centró en el sector bazar, gastronomía y regalos y produjo ideas para ollas, pavas, pequeños muebles y manteles.
Por Luján Cambariere
La unión de diseñadores con productores sigue siendo una deuda pendiente. Un encuentro entre industriales y diseñadores buscó una vez más crear una cadena de valor y una sinergia entre ambos sectores. Nueve empresas productoras –Essen Aluminio, Rapi-Estant, Colortex, Guadix, la Cooperativa de Comercialización de la Industria Maderera y afines Eldorado, el Instituto de Planeamiento y Desarrollo, y la Cooperativa de Productores Forestales de Comercialización e Industrialización Limitada, Peltrina y Tónico Objetos– junto a nueve estudios de diseño –Alejandro Sarmiento, Bom Plural+Cruza, Ustatic, Friedenbach & Asoc., Muchnik Diseño Estratégico & Comunicación, Ma- thov/DÑ, Factor!, Minces y Diseños MW– se pusieron a trabajar en esas pequeñas cosas que hacen a la poética cotidiana. El escenario fue una operación del CMD llamada Objetos Cotidianos, dedicada a las cosas chicas de la vida. Es que, como decía Tomás Maldonado: “La forma cuchara es también un problema cultural”.
Con el diseño por el mango
Dos fueron los estudios elegidos para trabajar para la emblemática Essen, empresa que en los ‘80 rompió el paradigma de las cacerolas posibilitando hacer hasta una torta en la hornalla, y que este año cumple 25 años. El diseñador industrial Alejandro Sarmiento empezó por analizar la empresa, sus productos, visiones y deficiencias. “Las Essen tienen el problema de que sus asas, al que pertenece el cuerpo de aluminio de la olla, queman. Ahora bien, esto está contrarrestado por sus excelentes cualidades culinarias, que vienen de la mano de que la olla también es un horno. Esto último, si quiero, ya me esta dando otra morfología, ya que ¿por qué una olla que tiene las condiciones de horno tiene que parecer una olla? Es una cuestión conceptual. Después hay un montón de requerimientos, características de su tecnología, que hay que respetar. Yo me adapto a sus circunstancias tratando de mejorar el producto”, explica Sarmiento.
Así propuso una olla con una única asa perimetral distribuida en los 360 grados que permite tomarla desde cualquier posición. El otro cambio fue agrandar el radio de curvatura de la tapa para que sea más plana, dándole otra tipología al producto. Además, Sarmiento fue más allá y presentó un juego de manoplas. Un requerimiento que no fue pedido pero que ideó para las líneas existentes. “Ellas funcionan como una advertencia en sí mismas”, señala.
Mientras, Bom Plural+Cruza, la unión de los diseñadores Carlos Genoud, Dolores Delucchi, Leandro Brizuela y Victoria Rique, gestó una olla multifunción, según ellos más cercana a un electrodoméstico. Refuncionalizando la tapa y el cuerpo de la olla e incorporando accesorios, potenciaron su uso generando un multicocción. “Nuestra meta no fue romper el paradigma Essen sino hacer un replanteo de un sistema que revitalizara la línea y diera soluciones a la ama de casa. Ellos la apodaron internamente la ‘línea básica potenciada’ y para nosotros fue un orgullo haber podido intervenir en una empresa con tanta trayectoria que es parte de nuestra historia”, cuenta Genoud.
“La experiencia de Objetos Cotidianos fue muy positiva. Ver cómo se armaba el andamiaje para que nos juntemos los diseñadores con las empresas y vayamos adelante con los prototipos. Todos salimos enriquecidos porque pudimos ver productos fabricables pero absolutamente distintos a los que tenemos. Ante una sociedad que lentamente va dando fin al gran consumo de objetos iguales, y ante la imparable avanzada de productos chinos a precios irrisorios, este grupo se constituyó en algo así como ‘la Armada Brancaleone argentina’ para ir contra todo eso. Para demostrarnos que es posible hacer productos con diseño argentino y fabricados por argentinos para el mundo”, resume el ingeniero Daniel Iannicelli, del departamento de desarrollo de producto de Essen. Y continúa: “Con Sarmiento nos encontramos con una persona sorprendente. Con su propuesta logró una ruptura de paradigma: ¿para qué mangos en sartenes que no son para sartenear y asas que queman en las cacerolas? Unifiquemos el sistema de sujeción en uno solo que sirva para todo y por sobre todo no queme. Sarmiento detectó con sutileza rasgos de la personalidad Essen. Presentó una propuesta que elegimos por considerarla un concept con un abanico de soluciones aplicable a diversas líneas en el futuro. Por su parte, Bom Plural+Cruza nos sorprendió por la frescura de sus propuestas concentrándose en mejorar nuestras líneas actuales con simples cambios funcionales y estéticos. El prototipo tuvo tantas consultas sobre ‘¿cuándo va a estar a la venta?’ que nos dio la pauta de haber logrado un producto dentro de lo que el mercado espera”, suma Iannicelli.
Para ritos locales
Los diseñadores Javier Castillo Cabezas, Javier de la Fuente y Fabricio Piscia, de Factor!, se abocaron a la creación de pavas de acero inoxidable para la firma Guadix. Ni materas ni silbadoras o internacionales, que son las que analizaron, pueblan el mercado, sino dos en una por lo menos para la propuesta Ronda que viene con un contenedor, un asa, un tapón vertedor para cuando se ceba mate y otro silbador para cuando hierve el agua. Para la Templa idearon un posa-pava ideal para transportarla por la casa y perpetuar así la ceremonia el mate. “Realmente fue un desafío trabajar con un producto donde existe un estereotipo tan fuerte y donde no hay mucha reflexión. De hecho, en general, las pavas son formalmente muy aburridas. Además en un producto masivo se deben conjugar muy bien costos, estética y funcionalidad. Nuestras propuestas están pensadas sobre todo para un público joven que sostiene el ritual”, aclara Castillo.
Mientras que el estudio Muchnik ideó la línea Costumbres Argentinas con kits para asados y picadas –tabla, platos, copetineros–, un kit de guisos para comidas criollas –cazuelas, posafuente, salero y pimentero y panera– y un tercero para “mate de ronda” con posapava, yerbera y azucarera siempre en maderas nativas y en alianza con las cooperativas Cimael, Coprofor y el IPD. “Lo que le dio otro valor a la experiencia fue que trabajamos desde el producto hasta el logo y el nombre. Tecnologías básica de cortes rectos para formas simples pensadas en serie en productos que nos representan y enaltecen. Ojalá tanto esfuerzo no quede en un catálogo y se produzcan, ya que en nuestro país aún falta mucha cultura de industria y diseño”, reflexiona Martín Muchnik.
A la mesa
El mantel de Mathov/DÑ para Colortex donde rescataron el tradicional modelo a cuadros modernizado a través de un juego cómplice con el usuario ya se llevó el Premio Presentes al diseño textil. CuadriYo u OP, como ahora piensan llamarlo, justamente por los efectos ópticos que genera, es un sistema compuesto por un mantel de algodón e individuales en PVC con una gráfica de líneas paralelas que gracias a la transparencia de estos últimos permite que sólo aparezca el cuadrillé en el sitio de cada comensal. “Para nosotros en Colortex, el diseño ya no es una elección sino una necesidad sobre todo para competir con los importadores que no lotienen. Esta operación nos dio la posibilidad de dar con un producto innovador por fuera de lo que hacemos”, señala Javier Gómez del área de marketing.
También dentro de las diseños para la mesa se presentó el apoyafuentes en resina Mozzino, de Mariano Weinstein y Vittorio Pili, para Tónico Objetos. Una superficie de apoyo que alude a la figura de un mozo cuando lleva los platos en la mano configurable por el usuario a través de la repetición de un eslabón e intercomunicación por medio de un elemento metálico. “Para nosotros la experiencia fue buena, ya que este modelo replica de algún modo la estrategia de vinculación diseñador-productor que venimos llevando adelante desde nuestros inicios”, explica Pablo Bianchi de Tónico. “Por otra parte pusimos determinación para que el producto llegue efectivamente al público y así cerrar el círculo y nos sentimos orgullosos de compartir este espacio con empresas muchísimo más grandes que la nuestra, y resolver de buena manera el desafío, lo que sienta un precedente que confirma nuestra teoría de que proyectos que tienen al diseño como motor estratégico de sus acciones pueden transformarse en industria”, señala.
Muebles y accesorios
Desde pequeños muebles básicos a un sistema modular completo y el porta-cd de mesa Cubic en chapa plegada fueron las propuestas de Miki Friedenbach & Asoc para Rapi-Estant. Estantes y contenedores que nacen de las posibles combinaciones de una bandeja y de minimizar el uso del material a través del diseño. También para Rapi-Estant, Ustatic propuso un sistema organizador del ambiente cocina de carácter modular en chapa galvanizada pintada que le permite al usuario una inversión gradual, ideal para una primera vivienda. “Lo ideamos sobre todo para un público joven que no puede gastar mucha plata en amoblamientos de cocina. Estos módulos permiten el guardado, acarreo y secado de utensilios y vajilla por tratarse de una estructura anticorrosiva”, explica Andrés Moresco, autor de un original sistema de revestimiento magnético desarrollado para la firma Espósito, que actualmente exporta 5000 metros cuadrados por mes. “Como nuestras experiencias con la industria son buenas, esperamos que esta también dé sus frutos”, remata Moresco.
Para el jardín o el balcón, Adolfo y Cecilia Minces abordaron una serie de pequeños objetos lúdicos en aluminio fundido en tierra a través de Peltrina, dueños también de los locales Okko. Separadores de macetas, portavelas, tutores y hasta pequeños hombrecitos que sirven para adornarlas o sostener los manteles para que no se vuelen. “Aparte de lo que presentamos en este evento, que ya está en producción, nació una relación por la que ahora estamos produciendo otras colecciones de objetos para esta cadena”, suma Adolfo.
“El diseñador debe ser paciente y tener claro los límites entre el arte (con mis diseños quiero expresar lo que yo siento) y lo que realmente el cliente-empresa precisa (un producto que pueda fabricar). La industria argentina se caracteriza por una fuerte escuela material, es decir hago y luego vendo. Además, una vez que el diseño ingresa en una empresa, empiezan las negociaciones con los sectores internos productivos y sus bemoles, en esa etapa los diseñadores deben ser más rigurosos, pues el mundo de la producción es el mundo de la exactitud y todo aquello que adolezca de rigurosidad no será respetado”, aconseja Daniel Iannicelli, de Essen.
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